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Calviño y Rehn dejan la carrera y la elección entra en su fase final Sede del FMI en Washington. STEPHEN JAFFE GETTY
La Unión Europea cerrará este viernes el largo pulso entre los candidatos que aspiran a liderar el Fondo Monetario Internacional y suceder a Christine Lagarde, elegida para presidir el BCE. Tras semanas de intentos por encontrar un candidato de consenso sin éxito, los ministros de Finanzas de la UE eligen a su aspirante al FMI en una votación por correo electrónico que empezó pasadas las ocho de la mañana. El ganador debe obtener una mayoría cualificada, esto es un 55% de Estados miembros a favor —un mínimo de 16 de los 28— que representen al menos el 65% de la población. La votación se repetiría cuantas veces sea necesario hasta que quede solo uno.
La primera ronda de votos no han dejado un vencedor, aunque sí dos bajas: El Gobierno español ha retirado a Nadia Calviño de la carrera, y el gobernador del Banco de Finlandia Olli Rehn ha anunciado que no continuará en la batalla. Más de siete horas después del inicio del proceso, dos aspirantes siguen en liza: el exministro holandés y exjefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem y la actual consejera delegada del Banco Mundial, Kristalina Georgieva. Y fuentes francesas informan de que una votación está en marcha para dilucidar quién cuenta con más apoyos.
El elegido no será automáticamente director gerente del FMI. Será solo el candidato europeo. Pero sus posibilidades de resultar finalmente elegido son muy elevadas. En sus 75 años de historia, un europeo siempre ha estado al frente del FMI y un estadounidense a la cabeza del Banco Mundial, por lo que de no respetarse ese pacto no escrito, se rompería con una tradición de más de siete décadas.
Tras la retirada a última hora del portugués Mário Centeno, y la de Calviño este viernes, el sur ya no cuenta con aspirantes. Un hombre y una mujer están en la pelea final por convertirse en la baza europea para el FMI. Francia, que lidera el proceso, ha calificado a todos ellos, tanto los retirados como los qeu siguen, como candidatos "de excelente calidad".
No hay favorito claro. Dijsselbloem cuenta con el respaldo de la todopoderosa Alemania y de los países del Benelux, pero en su contra pesa su tenso historial de relaciones con los países del sur, a los que dedicó un comentario despectivo durante su mandato en el Eurogrupo. Mientras que la búlgara Georgieva cuenta con el aval de Francia y de su propio país, pero su elección obligaría a modificar los estatutos del FMI. Las normas fijan que el director gerente no puede tener más de 65 años cuando tome posesión del cargo. Georgieva cumplirá 66 el próximo 13 de agosto. Así que, de no cambiarse este regla, incumpliría el límite de edad.