El stand-up, que se hizo popular en el último tiempo, tiene como idea básica hacer reír al público. Si hay alguien que cumple bien con el objetivo, es Clara Ulrich (40), comediante argentina con gran éxito en Miami.
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Se fue a vivir a Miami por una propuesta laboral que se le presentó al marido. No estaba convencida de irse, ya que se considera "100% porteña" y estaba teniendo un gran presente laboral. Conducía en Rock & Pop junto a Facundo Pastor, co-conducía con Nacho Goano en Radio Uno, y escribía humor para la revista Cosmopolitan. Además, fue nominada por su labor humorística al Martín Fierro radial.
"Mi primer año en Miami fue durísimo, la gente cree que por vivir en Miami uno es feliz, se la pasa en el shopping y en la playa, y no. Yo llegué con mi hijo. Mi marido se iba a laburar y no sabía qué hacer, estaba todo el día en mi casa aburrida", cuenta.
"Yo pensaba que era una mamá full time en Buenos Aires, pero no, en Miami te ocupás de todo, supermercado, trabajo y la casa. Además, no tengo quién me ayude porque toda mi familia está en la Argentina. Ahí es cuando aparecen mis amigas de la inmigración. Yo sin ellas estaría al borde del colapso", se ríe Clara, mientras cuenta las vicisitudes de su maternidad.
Ulrich, actriz y comediante. (Foto: Andres D'Elia).
Ella jamás se imaginó arriba del escenario haciendo monólogos. A los 15 años decidió estudiar actuación y se formó con Augusto Fernandes, prestigioso director teatral. Siempre hizo obras clásicas. Su encuentro con el stand up fue casual. "Estaba muy aburrida en Miami y una amiga me invitó a ir a un taller de crianza respetuosa. Yo lo único que hacía era quejarme de cosas que no me gustaban y ellas se reían, yo lloraba porque no me podía adaptar a vivir en los Estado Unidos y se reían. Una un día me dijo que tenía que escribir lo que me pasaba. El primer show, S.O.S mamá inmigrante, nació como una especie de catarsis teatral", explica.
En julio se presentó en Buenos Aires con su último espectáculo, Café con amigas. Con la sala llena, mayoritariamente de mujeres y algunos pocos hombres -que fueron obligados o engañados como ella los caracteriza-, lanzó una catarata de situaciones que resultaron en carcajadas. Bajo la atenta mirada de Fernando Bravo, locutor, Clara relató la vida de una mujer casada, madre e inmigrante. Juega todo el tiempo con su realidad. Como en todo show de humor, los chistes de sexo no pasaron desapercibidos, aunque el tema principal fue la amistad.
Entrevista a Clara Ulrich, actriz y comediante. Foto: Andres D'Elia
En un Café con amigas, la comediante define a la perfección a las integrantes de un grupo de mujeres. Las califica con nombres exorbitantes como "perrito de departamento, no importa a donde la lleves, ella quiere salir"; "fuego artificial, la que cuando le propones un plan contesta en Whatsapp con el emoji del champagne pero nunca va a ningún lado", y "amiga Bulldog, la que tiene cara de pocos amigos y a pesar de tener un mal marketing, está ahí como un perro fiel cuando las cosas se ponen difíciles".
La actriz confiesa que recibió algunas quejas de sus amigas, a quienes conoció viviendo en los Estado Unidos, ya que, “en la inmigración uno empieza a tener un casting de amigas mucho más endeble, más flojito de papeles. Son las amigas que no hubiera elegido en mi país".
Además de Miami, el show se presentó en Texas y Los áÁgeles. Clara ya tiene pactada una gira por Colombia, Panamá y Costa Rica. A mediados de diciembre se presentará en España y tiene pensado volver al país con la segunda parte de Café con amigas, y otro monólogo que está escribiendo sobre la vida en pareja.
Entrevista a Clara Ulrich.( Foto: Andres D'Elia).
"El teatro es un arte vivo. En cada función aprendo muchísimo y a cada una la encaro como si fuera la primera. Aprendí a leer mejor a las mujeres. Yo he crecido mucho porque todo lo que se entrena va mejorando y tener funciones todas las semanas te da una gimnasia buenísima”.
Con un público femenino, de "Susanas", como ella las llama, el cambio de cultura le permitió ver que las argentinas son "aguerridas, les gusta tener su lugar y defenderlo".
“Estoy viviendo mi sueño, yo quería vivir del teatro y lo estoy haciendo”, cierra Ulrich y admite que después de todo este tiempo le sigue dando vergüenza actuar frente a sus seres queridos y conocidos.
MZ