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El jugador, que no ha entrado en la convocatoria contra el Valladolid, no acudió a la charla previa al partido contra el Ajax Isco y Solari, en Madrid-Barça de Liga en el Bernabéu. Rubén Albarrán GTRES
El Real Madrid ha abierto expediente a Isco Alarcón por no acudir el pasado martes en Valdebebas a la charla previa al partido contra el Ajax y por no subirse posteriormente con sus compañeros en el autobús que trasladó al equipo al Santiago Bernabéu, según anunció La Sexta y ha confirmado este periódico. Así lo estipula el código disciplinario de la entidad. La sanción todavía no se ha determinado.
En condiciones normales, las bajas de Bale, Vinicius y Lucas Vázquez por lesión abrían las puertas a Isco para que regresara a la titularidad este domingo en Liga, en Valladolid. Pero el Madrid atraviesa una época extraña. Ya lo advirtió el entrenador, Santiago Solari, en la conferencia de prensa que ofreció el sábado tras reunirse con el director general corporativo, José Ángel Sánchez. "En la adversidad es donde se ve quién está y quién no, quién desaparece y quién da la cara", avisó Solari, empleando términos muy poco comunes en el mundo profesional puesto que sugerían una acusación. Solari, en cumplimiento del guión de la directiva, señala a los futbolistas como primeros responsables del fracaso que implica quedar fuera de todas las competiciones en marzo.
Este es el punto final de la larga relación de desencuentros entre Isco y Solari, que repite que no lo volverá a alinear mientras él sea el entrenador. El malagueño no fue incluido entre los convocados para jugar esta noche en Valladolid. El centrocampista se ha quedado fuera de la lista pese a que la nómina de bajas en la zona de ataque obliga a una reorganización profunda. En la convocatoria, sin embargo, sí han sido incluidos Brahim, desaparecido casi desde que fue fichado en el mercado de invierno, y los canteranos Seoane y Cristo González.
Ayer sábado, cuando en la rueda de prensa previa al partido en Zorrilla le preguntaron a Solari por la situación de Isco, lo retrató como un mal profesional: “Las cuestiones disciplinarias las manejamos de manera interna. Pero lo deportivo no cambia, aquí y en todos los equipos. Para jugar hay que ponerse primero en forma física y luego agarrar la forma competitiva. Eso es inexorable”, argumentó. Y, de forma indirecta, también se refirió a él en otro momento, tras cuestionarle si "todos los jugadores habían estado a la altura del escudo". “La mayoría”, contestó desafiante. “Y a quienes no han estado, se lo he transmitido personalmente”, añadió.
La brecha entre ambos se agrandó rápido. Solari, que se hizo cargo del Madrid en noviembre, comprobó que las actuaciones de Isco no mejoraban al equipo. Contra el Valladolid, en el encuentro de ida, el malagueño entró por Casemiro en el minuto 56 y el Madrid quedó a merced del rival hasta el 1-0 de Oliva en propia meta; contra el Eibar entró por Modric con 3-0 en contra y la agonía no se alivió; ante el Huesca ingresó por Modric y el equipo acabó pidiendo la hora; en La Cerámica sustituyó a Bale en el descanso con el marcador favorable y el Villarreal empató; y contra la Real Sociedad volvió a sustituir a Casemiro en el minuto 56, con 0-1 en contra, y el Madrid acabó derrotado por 2-0 y con un jugador expulsado. Frente el CSKA, Isco disputó los 90 minutos por primera vez con el nuevo entrenador y el Madrid cayó 0-3. Semana a semana, Solari expuso un panorama que le daba la razón. En contraste con la atonía de Isco, el técnico promovió a los jóvenes hasta formar una nueva batería de alternativas.
En las últimas semanas, la desaparición del mediapunta de los planes de Solari ha sido casi total. De hecho, sorprendió que el técnico recurriera a él en los minutos finales del clásico liguero. Cuando Isco saltó al campo en el tramo final, el público, que lo había pitado en sus apariciones anteriores, lo recibió con aplausos, aunque sus intervenciones no ayudaron a cambiar el sentido del partido y el Madrid volvió a perder contra el Barça cuatro días después de la eliminación copera. Y tres días después, ante el Ajax, se quedó fuera de la convocatoria, lo que provocó el enojo del futbolista, que decidió no acudir a la charla ni ir con sus compañeros al estadio, el motivo del expediente abierto ahora. El malagueño pidió perdón al resto de la plantilla en las reuniones posteriores que hubo en el vestuario tras la hecatombe en Champions, pero eso no fue suficiente para que el club le aplicara el régimen disciplinario.
Capital en los planes de Fernando Hierro con la selección en el Mundial de Rusia del pasado verano, piedra angular con Lopetegui en los pocos meses que el entrenador vasco estuvo en el Madrid, su luz se apagó con la llegada de Solari al banquillo del Bernabéu.
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