"); } "); } else document.write("
");
El delantero del Atlético no se ha entrenado este jueves tras conocer el miércoles la fuerte sanción que pretende imponerle el club por su expulsión en el Camp Nou y los ocho partidos de castigos recibidos Diego Costa, durante el entrenamiento del Atlético el martes en la ciudad deportiva rojiblanca. Kiko Huesca EFE
Un día después de conocer la fuerte sanción económica que el Atlético de Madrid pretende imponerle tras ser expulsado en el partido contra el Barcelona, Diego Costa se negó a entrenarse esta mañana junto al resto de sus compañeros según adelantó el diario As y confirmó este periódico. El club admite que el delantero hispanobrasileño, sancionado con ocho partidos por decirle al colegiado Gil Manzano “me cago en tu puta madre”, no tiene ninguna lesión y que no se ejercitó con el plantel. No dan más explicaciones en el club por el momento.
El Atlético vuelve a entrenarse este viernes y será el momento de saber si Costa ha iniciado un pulso y se confirma que se ha declarado en rebeldía ante la postura tomada por el club como consecuencia de haber dejado al equipo con diez a la media hora de juego en un partido tan trascendental y por los ocho partidos de castigo en los que han derivado sus improperios a Gil Manzano. También tendrá que pronunciarse en rueda de prensa Diego Pablo Simeone. Diversas fuentes próximas al Atlético confirman que la sanción económica es muy fuerte. Alguna de estas fuentes incluso se sorprendió por la elevada cantidad. Tras lo sucedido en el Camp Nou, la alta dirigencia del Atlético aseguraba que “le vamos a tocar el bolsillo bien”. En el mismo palco del estadio azulgrana, el gerente rojiblanco Clemente Villaverde sentenció: es reprobable la conducta con un perjuicio irreparable para el club. “Nunca justifico que por conductas ajenas al desarrollo del juego dejes a tu equipo con diez jugadores. No consigues nada”.
La postura de Costa de no entrenarse este jueves se produce tras varias intervenciones de su entrenador defendiéndole públicamente. La última en una entrevista a Goal en la que Simeone afirma: “Costa es un animal que puede tener estas situaciones que nos han hecho sufrir en un partido como el del Camp Nou en el que lo necesitábamos. Pero no soy un entrenador que se maneje por un episodio. Valoro el todo. Hay muchas cosas positivas más que negativas en Diego”. Hace diez días, el Cholo también le ensalzó y especificó que contaba con él para la temporada que viene. Nada parece seguro ahora, si Costa mantiene el pulso que se intuye haber iniciado.
El deseo de Simeone es que Costa continúe por todo lo que supone como pieza clave para su propuesta futbolística y como guardián del espíritu guerrero y competitivo del equipo ante las posibles marchas de Godín, Filipe y Juanfran y la ya consumada de Gabi la temporada anterior. El Cholo busca líderes que mantengan esa llama combativa en el día a día y en los encuentros que considera vital para mantener al Atlético arriba. La opinión del club, aunque siempre plegado a la de su entrenador, hace tiempo que ya no es tan favorable a su continuidad. Su alto sueldo, diez millones de euros, su escasa producción goleadora desde que regresó hace año y medio, su tendencia a lesionarse y a coger peso juegan en contra de su permanencia. Costa también ha solicitado durante el curso un aumento de sueldo, pero con este paisaje de enfrentamiento no hay certeza alguna de que esto se vaya a dar. La única seguridad es que si este viernes tampoco se entrena, la sanción interna aumentará. Pero Costa ya sabe lo que es manejarse en esa tesitura. Forzó su marcha del Chelsea para volver al Atlético con una estrategia similar.
Puedes seguir Deportes de EL PAÍS en Facebook, Twitter o suscribirte aquí a la Newsletter.