"); } "); } else document.write("
");
El técnico del Madrid apela a la "responsabilidad" de su equipo para completar los tres últimos partidos de la temporada, el próximo mañana ante el Villarreal (16.15, beIN LaLiga) Zinedine Zidane, durante el entrenamiento de hoy en Valdebebas. Ballesteros EFE
Los tres últimos partidos de LaLiga Santander siguen siendo para la versión más optimista de Zinedine Zidane el mejor escenario para tratar de hacer olvidar (al menos un poquito) lo ocurrido durante toda la temporada, y especialmente la imagen del Real Madrid en el tramo final. "El otro día [ante el Rayo] estaba enfadado, como todos. Los jugadores no lo viven bien. A veces no sale nada y así fue. Lo bueno es que tenemos un partido para demostrar que estamos bien. Nadie nos quitará las ganas de jugar al fútbol", aseguró esta mañana el francés, que el domingo se medirá al Villarreal en el Santiago Bernabéu (16.15, beIN LaLiga), después de haber digerido el mosqueo que agarró el domingo pasado en Vallecas.
El problema para Zidane es que la concatenación de malos resultados es propicia para que florezcan, o cuando menos se mantengan vigentes, todas las cuestiones que se refieren a la recomposición del equipo para la próxima temporada. Y la llegada de jugadores, especialmente la de Pogba, al que ya se refirió Zizou en alguna ocasión previa, volvió a estar presente en la rueda de prensa de este sábado. "Yo dije que era bueno, y me puedes preguntar sobre otro jugador y te diré lo mismo. A Pogba lo conozco, y si me preguntáis os diré que Pogba es del Manchester United. Al final de temporada veremos qué pasa. Yo nunca dije que íbamos a traer a Pogba. Y no lo diré hasta que no esté hecho", explicó el francés.
Más habituales resultan las cuestiones acerca de Bale, para el que Zidane ha ido modulando su discurso a lo largo de las últimas comparecencias, llegando incluso a diluirse cualquier carantoña para el galés. "Tiene que entrenar y pensar en jugar. Saben dónde están, la responsabilidad que tienen y ya está. Luego yo haré el equipo y veremos que hacemos mañana", se limitó a decir.
Algo más de tiempo le dedicó a Vinicius, quien a falta de conocerse la convocatoria, podría reaparecer en el once ante el Villarreal. "Está mejor y listo para entrar en la convocatoria. Necesitaba las dos semanas. Está mejor físicamente, era el tiempo previsto y necesario para él", señaló. "Es un jugador importante en este equipo de cara al futuro. Tiene 18 años, pero no tiene que esperar, se merece estar aquí. Lo único es que con él, que ha estado lesionado, hay que ir tranquilo. Veremos qué hacemos con él hasta final de temporada y el próximo año", añadió después.
No se olvidó Zidane de Iker Casillas, que se recupera favorablemente en Oporto de su infarto de miocardio. "Le mandé un mensaje y está animado, le mandamos mucha fuerza desde aquí. Ahora tiene que estar tranquilo, recuperarse bien y pensar en descansar. Lo he visto animado", confesó el francés.
Puedes seguir Deportes de EL PAÍS en Facebook, Twitter o suscribirte aquí a la Newsletter.