Hiperserios, cargando con sus estuches y sus violines, y almidonados dentro de sus trajes, los Sul Tasto amenazan con un show para élites, para oídos avezados. Pero basta hacerlos entrar en calor para que aflojen los botones de la camisa y le saquen chispa a sus instrumentos: un movimiento de brazos y emana Rodrigo o Los Redonditos de Ricota en clave de cámara.
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Grabaron con Cristian Castro durante el homenaje del mexicano a Sandro. Tocaron con Jairo y con Los auténticos decadentes. Acompañaron a Martín Bossi (Bossi Big Bang Show) en la Avenida Corrientes. Trece años de andanzas musicales. Amigos y egresados del Conservatorio, Pablo Raffo (viola), Catriel Galván y Nicolás Fridman (violín) se unieron como grupo en 2006 hasta que en 2010 se sumó Ignacio Bartet con su violonchelo.
Sul Tasto es un término italiano utilizado para denominar un golpe de arco en los instrumentos de cuerda. Con el contraste que representa la formación clásica adaptada a un repertorio que incluye Bombón asesino -de Los palmeras-, lograron el otro golpe, el de efecto. Acaban de llegar desde Punta Cana. Las cadenas hoteleras los contratan y ellos sacan a relucir su argentinidad, vestidos de gala y haciendo relucir covers de Gilda. Este viernes se presentan en la sala Sirhan, Gorriti 5568.
Pablo Raffo (viola), Catriel Galván y Nicolás Fridman (violín), Ignacio Bartet (violonchelo). (Foto: Luciano Thieberger).
"Todo es música. Y lo primero que dejamos en claro es que tocamos con el mismo compromiso algo de Gustav Mahler o de Rodrigo", explica Raffo, 34 años, arreglador, compositor y productor. "¿Si embellecemos lo popular? Lo popular ya es bello en sí, lo que hacemos es no bajar línea sobre si una música pertenece a un estrato u a otro", agrega Bartet, 34 años, que integró las orquestas Buenos Aires Sinfónica, la Orquesta Sinfónica Nacional y la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Ahora toca en la Filarmónica del Colón.
"No pasamos desapercibidos. El contraste es lo que llama la atención. Manejamos un sentido del humor que la gente capta pronto", suma Galván, miembro estable de La Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación. Y Fridman remata: "Estamos para romper los prejuicios. Si uno no está convencido de lo que toca, no capta el interés de nadie. Todos, de alguna manera, ejercemos una labor docente. Si nos piden, vamos por las escuelas y empezamos como Mozart hasta llegar a la música de Disney. Enseñamos a los chicos que este mundo clásico es hermoso pero nada sencillo, vivimos para el instrumento, la formación nos llevó una vida".
Influenciados por Les Luthiers -y más tarde por 2 Cellos, los violonchelistas croatas Luka ŠUlić y Stjepan Hauser-, en breve llegarán a Spotify, mientras siguen sumando repertorio. Su versión de Un'estate italiana (la canción del Mundial 1990 que entonaba Gianna Nannini) colaboró en la "viralización" artesanal del grupo.
Wake Me Up, de Avicii, Vente pa' acá, que popularizaron Maluma y Ricky Martin, Despacito, el hit que taladró cerebros en voz de Luis Fonsi. La lista crece más rápido que su popularidad. "Michael Jackson siempre formó parte del repertorio", advierten, preocupados. "Estamos revisando qué hacer después de las denuncias por abuso, es un tema delicado separar al artista de la persona".