La segunda jornada del festival arrancó con un ingreso calmo e incesante de los primeros miles de fans dispuestos a recorrer todos los escenarios y propuestas de música y distensión.
De a poco, en forma lenta y sostenida, desde el mediodía hizo su ingreso al Hipódromo de San Isidro una primera muestra de las 100 mil personas que agotaron las localidades de la segunda fecha del Lollapalooza. A las 12.30 abrió el fuego el reggae de Yataians ante unas cien personas en el Escenario 2, y cada quince minutos fue arrancando cada uno de los otros tres escenarios: Coral Casino con su pop/trap, Alfonsina con su atrapante rock, y Candelaria Zamar con sus canciones llenas de clima y poesía.
Candelaria Zamar, canciones llenas de clima y poesía. En el Lollapalooza 2019. Foto: Fernando la Orden
Promediando las tres de la tarde, mientras el trap dio acto de presencia con el contundente set de Ca7riel y la seguidilla de shows de ese estilo en el Perry's Stage, los aires más acústicos y folclóricos convocaron a la mayor cantidad de gente con Perotá Chingó. Con una buena banda de apoyo, Julia Ortiz y Dolores Aguirre desplegaron el exquisito estilo que les permitió pasar de un fenómeno viral en redes a un muy digno exponente del “world music” en la aldea global. Buenas voces, buenos arreglos y un cierre virado al baile los convirtió en la gran sorpresa de este primer tramo.
Los Hermanos. Los brasileños se reunieron y arrancaron su gira por el Lollapalooza 2019, en el Argentina. Foto: Fernando de la Orden
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Otro momento especial llegó poco después, en el Escenario 1, con el conjunto brasileño Los Hermanos, una leyenda del rock de los años '97-'07, que se pronto se disolvió y recién se volvió a reunir esta tarde en el Lollapalooza, ante la algarabía de fans del país vecino. Rock, ska y sección de vientos fueron un imán para llenar el sector con unas 10 mil personas. Luego harán una gran gira de regreso por Brasil, pero aquí fue el debut de su nueva etapa.
Hacia las cinco de la tarde, el predio seguía recibiendo más y más espectadores, preparando el terreno para los platos fuertes de la noche: Arctic Monkeys y Tiesto.
WD