Una hora y una docena de hits de toda su carrera fueron más que suficientes para que Fito Páez cautivara la atención de gran parte de las 100 mil personas que agotaron las localidades del festival Lollapalooza. Desde cantar las letras hasta hacer palmas y coros, el público disfrutó de un Fito encendido, de buen humor y dispuesto a conquistar a una nueva generación de fans, más allá de los mayores de 40 que lo siguen hace décadas. El resultado fue efectivo y emocionante,
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Show de Fito Páez día 2 del Lollapalooza 2019. Foto: Fernando la Orden
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En el arranque, El amor después del amor (con gran lucimiento de Anita Alvarez de Toledo) y Tu vida mi vida consiguieron que todos se pusieran a gritar “Ol olé, Fito Fito!” para transmitirle su alegría y satisfacción. Como respuesta, llegaron nada menos que 11 y 6 (donde le cantaron una estrofa entera), Al lado del camino (con aplausos ante de la mención de Nebbia, Spinetta y Charly”) y Circo beat. Visiblemente contento y entusiasmado, Fito pidió : “Es hora de prender los teléfonos e iluminar al cielo desde abajo” y se despachó con una gran versión de Brillante sobre el mic. Después volvió a pasar del piano a la guitarra y desató la furia de Ciudad de pobres corazones, que disfrutó especialmente la gente más grande. Todavía faltaba un poco, pero el clima de final se palpó desde A rodar mi vida (donde se despidió con un “¡Chau lollapaloozas y lollapaloozos!”) y siguió in crescendo con Mariposa technicolor y Dale alegría a mi corazón. Sobre el filo de la hora exacta, El diablo de tu corazón puso un cierre definitivo, al que siguieron los saludos de la banda, con reverencias al uso teatral. Felices, todos se dispersaron hacia las siguientes paradas de la noche: St. Vincent, The 1975 y más.
Anita Alvarez de Toledo cantó con Fito Páez, en el Lollapalooza 2019. Foto: Foto: Fernando la Orden
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WD