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Cinco candidatos, entre ellos la española Nadia Calviño, pujan por el puesto La ministra de Economía, Nadia Calviño, candidata al FMI. BALLESTEROS EFE
El consenso ha sido imposible. Ninguno de los cinco nombres sobre la mesa para convertirse en el candidato europeo a director gerente del Fondo Monetario Internacional ha logrado recabar un apoyo unánime de los Veintiocho socios comunitarios. Ante la amenaza de parálisis, se ha decidido, a instancias de Francia, celebrar una votación mañana viernes para desbloquear el proceso, que busca encontrar un sustituto para Christine Lagarde tras su marcha al Banco Central Europeo. Lo más probable es que la votación se realice por videoconferencia y en el Ecofin, es decir, en la reunión de ministros de Finanzas de la UE.
En una partida tan abierta, la retirada de uno de ellos a última hora podría ser decisivo para decantar la balanza. Si es necesario, la votación se repetirá varias vueltas hasta dejar un único nombre. El ganador debe obtener una mayoría cualificada, esto es un 55% de Estados miembros a favor —un mínimo de 16 de los 28— que representen al menos el 65% de la población.
Fuentes del Ministerio de Economía francés informaron este jueves de que las largas conversaciones lideradas por su titular, Bruno Le Maire, en permanente contacto con Olaf Scholz, su homólogo alemán, han finalizado sin éxito. La única salida al entuerto ha sido por tanto la llamada al sufragio. Al puesto aspiran la ministra española de Economía en funciones, Nadia Calviño; el titular de Finanzas portugués y jefe del Eurogrupo, Mário Centeno; su antecesor y exministro holandés Jeroen Dijsselbloem; el gobernador del Banco de Finlandia y excomisario europeo Olli Rehn, y la actual consejera delegada del Banco Mundial, Kristalina Georgieva. A esa lista corta de cinco nombres podría sumarse a última hora un candidato británico.
Pese a las especulaciones de los últimos días, que situaban a Calviño y Centeno fuera de la lista definitiva, fuentes francesas han confirmado que los cinco siguen en liza y han mostrado su deseo expreso de mantenerse en la puja. "Todas las candidaturas han sido juzgadas legítimas y de excelente calidad", sostienen las mismas fuentes.
Un voto muy dividido
Tras semanas de discusiones, el voto sigue muy dividido entre los contendientes, y no parece que haya un favorito claro a imponerse. El dilema sobre cuál es la mejor baza europea para no perder el sillón en el FMI tiene connotaciones geográficas. Hay dos candidatos del Sur: Calviño, que según fuentes diplomáticas parte en desventaja, y Centeno, respaldado por Portugal e Italia. El finlandés Rehn es la opción preferida de los Estados bálticos y del Norte, mientras que Dijsselbloem lo es de Alemania, Holanda, Bélgica y Luxemburgo. La posibilidad de que el elegido sea este último, antaño jefe del Eurogrupo, despierta animadversión en los países del Sur, donde todavía escuece la frase en la que les acusaba de derrochadores. “No puedo gastarme el dinero en alcohol y mujeres y después pedir ayuda”, afirmó.