Los elencos teatrales están expuestos, función a función, a lo que pueda surgir entre el público, desde un caluroso aplauso, hasta espectadores charlatanes que comentan la obra mientras ésta se lleva a cabo. Hay un factor que hay que sumar a esa ecuación y es la tecnología. Los celulares son una extensión de la mano de la mayoría de las personas y no todos respetan eso de “apaguen sus celulares al ingresar a la sala”.
Joaquín Furriel (44) protagoniza una versión de “Hamlet”, el clásico de William Shakespeare, en el Teatro San Martín de miércoles a domingos y tuvo que lidiar con esa molesta intromisión.
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En diálogo con el programa de radio Perros de la calle (Metro FM 95.1), el actor contó lo que sucedió durante la última función de la obra.
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“En un monólogo, que es con el que se termina la primera de las tres partes, de repente arrancó a sonar un celular, pero lo que pasó es que era un ringtone tipo 'ta ta ta…' (imita una bocina), algo muy invasivo”, comenzó relatando.
Consultado acerca de su reacción ante semejante interrupción, el actor reveló: “Me paro porque escucho un ‘shhh’ y de repente una persona grita 'por favor el teléfono'. En esa situación yo me quedo callado y retomo el monólogo. Cuando retomo, se escucha otro teléfono y ahí se arma como un espectáculo en la platea, porque uno grita 'por favor apaguen los teléfonos', y empiezan a pelearse tipo tribuna, hasta que uno grita 'pobre Furriel'”.
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“Tuve que frenar el monólogo y esperar a que los espectadores terminaran de pelearse. Después, continué con la obra. Me aplaudieron todos”, concluyó Furriel.
Una situación bastante insólita que deja al descubierto que, a pesar de los pedidos de todos los elencos y teatros de mantener apagados los aparatos tecnológicos dentro de la sala, muchos espectadores optan por hacer oídos sordos y no reparan en cuánto pueden perjudicar la labor de los actores en escena.