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El Ejército indio asegura que su objetivo eran campos de entrentamiento de un grupo terrorista
El cráter que ha dejado el lanzamiento de explosivos por cazas indios en Balakot. AFP / VÍDEO: EFE
Aviones del Ejército indio entraron este martes en territorio paquistaní para bombardear posiciones del grupo Jaish-e-Mohammad (JeM) en el país vecino como respuesta al atentado que esta organización terrorista llevó a cabo el 14 de febrero en la región de Cachemira y causó 44 muertos en las fuerzas de seguridad indias. La incursión aérea india, la primera desde la guerra que enfrentó a las dos potencias nucleares en 1971, fue rechazada por Islamabad, que ha advertido en un comunicado que el país "responderá" a la agresión indica cuando y donde considere oportuno.
“El Gobierno de India está firmemente comprometido a tomar todas las medidas necesarias para luchar contra la amenaza del terrorismo. Por lo que esta acción no-militar preventiva estaba destinada específicamente al campamento de Jaish-e-Mohammad”, confirmó el secretario de Asuntos Exteriores, Vijay Gokhale. También aseveró que “un elevado número de terroristas habían sido eliminados” ante las sospechas recibidas por parte de “fuentes de inteligencia contrastadas de que el grupo estaba planeando más ataques suicidas en India”.
Pakistán ha confirmado la violación de la llamada línea de control —la frontera que divide a los dos países en la región de Cachemira— pero ha minimizado su efectividad. El comandante general Asif Ghafoor dijo en Twitter que los aviones indios entraron por el sector de la localidad de Muzafarabad. "Encontraron la respuesta rápida y efectiva de las Fuerzas Aéreas de Pakistán; liberaron la carga explosiva precipitadamente mientras escapaban y ésta cayó cerca de Balakot sin causar bajas ni daños”. El viernes pasado, el propio Ghafoor declaró que Pakistán no quería ir a la guerra pero que respondería cualquier ataque con "plenitud de fuerzas".
A falta de que se confirme la referencia exacta al lugar del ataque, el bombardeo de este martes puede ser un punto de inflexión en el conflicto; ya que existen dos pueblos con el mismo nombre en Pakistán: un Balakot en la zona de Cachemira administrada por Islamabad y otro bien entrado en territorio paquistaní. Este último, en la provincia septentrional de Khylber Pakhtunkhwa, está a 50 kilómetros de la línea de control de Cachemira, la contestada región que ha sido motivo de dos de las tres guerras que India y Pakistán han luchado desde que se independizasen del colonialismo británico en 1947. Desde el conflicto armado que enfrentó a las dos naciones vecinas en 1971, India no había realizado ninguna incursión aérea en suelo paquistaní, más allá de las cercanías de la línea de control y la región de Cachemira. A raíz de otro ataque terrorista en 2016, fuerzas del Ejército indio cruzaron la línea de control para atacar a grupos terroristas en la Cachemira paquistaní, en una de las denominadas “acciones quirúrgicas” del Ejército indio y negadas por Pakistán.
Indian aircrafts’ intrusion across LOC in Muzafarabad Sector within AJ&K was 3-4 miles.Under forced hasty withdrawal aircrafts released payload which had free fall in open area. No infrastructure got hit, no casualties. Technical details and other important information to follow.
— Maj Gen Asif Ghafoor (@OfficialDGISPR) February 26, 2019
Mientras el bombardeo ha sido aplaudido por dirigentes de todo el espectro político en India, las autoridades paquistaníes avanzaron represalias. "Esto es una violación de la línea de control y Pakistán se reserva el derecho a una respuesta razonable y a su defensa propia", dijo en un comunicado el Ministro de Exteriores de Pakistán, Shah Mehmood Qureshi, antes de una reunión con su primer ministro, Imran Khan. El pasado domingo, el líder paquistaní, llamaba a su contraparte indio, el primer ministro Narendra Modi, a “darle una oportunidad a la paz”, asegurando que “mantendría su palabra” y “actuaría inmediatamente” si proporcionaba “datos de inteligencia fiables” sobre la presencia del grupo Jaish-e-Mohammad en Pakistán.
Desde hace semanas, el Gobierno de India exige una respuesta contundente de Pakistán, que niega acoger a la organización terrorista Jaish-e-Mohammad, responsable del mayor atentado contra fuerzas indias el pasado 14 de febrero; cuando un terrorista suicida acabó mató a 44 militares indios y dejó otros tantos heridos en Pulwama, en la región de Jammu Cachemira, donde las fuerzas de seguridad indias han detenido a más de 300 separatistas en los últimos días por su supuesta conexión con Jaish-e-Mohammad. Este grupo armado ya creó un conflicto diplomático entre los dos países en 2001.
La agencia de noticias ANI, citando fuentes oficiales, confirma que 12 aviones del Ejército han coducido el ataque en suelo paquistaní. Aunque sin contrastar la fuente, CNN News18 asegura que la aviación india ha usado media tonelada de bombas en el ataque, acabando con la vida de hasta 200 militantes del grupo terrorista en Balakot. El responsable de la cartera de agricultura en el estado de Rajasthan, fronterizo con Pakistán, tuiteba que el "campamento ha sido completamente destruido" mientras que otros medios locales señalan que el ataque ha destruido varios campos de entrenamiento, causando más de 300.