Tras haber causado sensación el año pasado con su paso por el emblemático Teatro Colón, donde combinó la música electrónica con una orquesta sinfónica, agotando cuatro funciones en apenas unas horas, Hernán Cattáneo volvió a romper los esquemas de la escena porteña.
Cattáneo planeó su "Sunsetstrip" como un modo de derribar los preconceptos que identifican la alectrónica con el humo, la oscuridad y la sensación de estar enlatado como una sardina. (Foto: Martín Bonetto)
Esta vez, el DJ desembarcó en el Campo Argentino de Polo con su nuevo show, Sunsetstrip, un set de seis horas con el que cautivó a los 13 mil espectadores que compartieron la tarde/noche en el predio de Palermo. En una iniciativa que el propio artista promocionó en la previa como un evento para romper los prejuicios que hay con el estilo. "Me gusta ayudar a desterrar esos prejuicios que todavía hay con la electrónica. La gente se imagina 10 mil personas todas amontonadas en una lata de sardina, con humo y a oscuras. Tratamos de corrernos de esos preconceptos. Por eso nos presentamos en el Campo Argentino de Polo, al aire libre, con pasto, el solcito, el viento y en el medio de la ciudad", había dicho. Y cumplió.
La claridad de la tarde permitió un inédito cara a cara de Cattáneo, que salió a escena puntual a las 18, con los miles de seguidores que dijeron presente desde temprano. (Foto: Martín Bonetto)
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La puntualidad caracteriza a un artista de la talla internacional de Cattáneo. Luego del warm up de apertura, a cargo de Juan Hansen, con un live show que comenzó a las 16, dos horas más tarde apareció el DJ de 53 años, que domina la escena del progressive house en la Argentina y en el mundo.
Sunsetstrip es la apuesta que hace Cattáneo para rendirle homenaje a la energía, la luz y la vibración que irradia el atardecer. Un ritual donde todo, desde la puesta en escena hasta la música como su máxima protagonista, se transformó en un movimiento cultural que propuso una nueva variedad en el mundo del entretenimiento. Una que desconecta y deja llevar a los presentes por los diferentes estados y beats que su música propone, pero tambien con sus melodías coquetea con el origen, con la naturaleza y lo esencial: disfrutar.
Sin filtro. Cattáneo puso a la música electrónica en un ámbito diferente y en n marco dominado por la luz del día.
Es cierto, el clima fue templado y el sol, el segundo gran protagonista de la velada, se escondió durante la mayoría de la tarde detrás de un umbral de nubes. A pesar del viento y el frío empezaban a marcar presencia a la vez que iba cayendo el sol, el Campo Argentino de Polo iga generando su propio microclima.
Seguidoras. Cada una en su estilo, llegaron al Campo de Polo muy temprano para atravesar la experiencia "SUnsetstrip" propuesta por Cattáneo. (Foto: Martín Bonetto)
A través de las horas, las diferentes combinaciones que eligió el DJ acompañaron el ocaso, y su obra alcanzó la claridad y el clímax del atardecer con el acompañamiento de un séquito de seguidores, la mayoría de ellos, ravers jóvenes -otros no tanto-, chicos con looks playeros y cools, chicas coquetas que engalanaron la tarde cada vez más fresca, en su gran mayoría ocultando sus ojos tras lentes de sol, infaltables en este tipo de fiestas. Como quedó claro en ésta, incluso cuando el cielo ya había sido cubierto de su negro más oscuro...
Infaltables. Los anteojos de sol coparon el atardecer y se quedaron allí hasta lo m´s hondo de la noche. (Foto: Martín Bonetto)
Alrededor, distintos puntos de gastronomía gourmet, un Relax Point con área de masajes y artistas que maquillan a la gente con la promoción instagramera apoyada en el hashtag #SunsetLook, que le daban color al marco.
El Relax Point fue también la base de operaciones de las maquilladoras. (Foto: Martín Bonetto)
Pero si hay que hablar de colores, las visuales y la lumínica, a cargo de Sergio Lacroix, el diseñador y arquitecto mendocino que realiza las puestas en escena más imponentes de la moda y el rock local, acompañaron en una perfecta sincronía la búsqueda conceptual del DJ y le dieron un matiz particular a cada estadio del plan.
'Dale, dale con el look...' Entre las activaciones que hubo en Campo Argentino de Polo, la peluquería mostró un gran poder de convocatoria. (Foto: Martín Bonetto)
Las primeras horas del set se tiñeron, en las pantallas gigantes que contextualizaban la cabina desde donde tocó Cattáneo, de tonos rojos, naranjas y amarillos. A medida que fue cayendo el sol, el violeta el verde y el azul se apoderaron de la escena. Para finalizar la noche, azules más oscuros y el negro capturaron la atención en las pantallas.
Los tonos rojos, naranjas y amarillos dominaron las primeras horas del set. (Foto: Hernán Bonetto)
A pesar de todo el brillo artificial propio de un show de estas características, el espacio al aire libre fue intervenido por una luna que invadió el campo con su luz natural.
El set de seis horas continuo abarcó el vasto mundo musical del DJ de autor, que combina su especialidad en el house con momentos especiales en el que mezcló temas de Depeche Mode o el intro de series como Vikingos; Cattáneo, además, dejó en claro una vez más que maneja el ambiente como ninguno en la escena electrónica.
En el Campo Argentino de Polo Cattáneo demostró su habilidad para crear climas que cautivaron a una multitud. (Foto: Martín Bonetto)
A medida que la tarde fue cediendo y luego de una apertura fresca, su creación musical pasó por un periodo mucho más violento y apasionado, para luego cerrar la noche con una seguidilla de tracks que fueron acompañando el tránsito a la noche más profunda y moderando las energías para dejar extasiados y satisfechos a sus seguidores hasta finalizar, también con puntualidad, a la medianoche, con un cierre que tuvo como protagonista a la música de Kraftwerk, coronado con el tema Pulsar, de Gustavo Cerati.
El sol del atardecer siempre ha tenido más público que el astro cuando surge al amanecer. Esta vez, el camino inverso lo provocó el impecable manejo de balances de Hernán, que con Sunsetstrip generó una cápsula atemporal en la que los presentes flotaron durante seis horas en un mundo acústico y electrónico digno de un atardecer/anochecer en cualquier lugar soñado del mundo.
El escenario del "Sunsetstrip" fue una fuente sonora y lumínica que irradió energía durante ocho horas ininterrumpidas del sábado. (Fotos: Esteban Salino)
Y de eso se trata la música de Cattáneo, de un pasaje onírico a una atmósfera exuberante en lo que terminó siendo un solsticio de verano, en el que esta vez no fue el sol sino la música electrónica la que alcanzó su posición más alta en el cielo porteño.
E.S.