"); } "); } else document.write("
");
Las elecciones de la región de Abruzzo confirman el ascenso de la Liga y la caída de los grillinos, que pierden 20 puntos respecto a las generales Matteo Salvini, en la rueda de prensa posterior a las elecciones de Abruzzo. TIZIANA FABI AFP
Italia se acerca cada vez más a Matteo Salvini. El ministro del Interior y líder de la Liga materializa ya las expectativas generadas durante estos ocho meses de Gobierno en resultados electorales. Sucede también en las regiones que pertenecieron tradicionalmente a la izquierda o aquellas gobernadas de forma fugaz por el Movimiento 5 Estrellas (M5S). Las elecciones de este fin de semana en Abruzzo, una de las regiones castigadas por los terremotos y donde gobernaba la izquierda desde 2014, vuelve a pasar a la derecha de forma abrumadora en el primer test electoral antes de las elecciones europeas de mayo. Los comicios han confirmado la tendencia que adelantaban hace meses los sondeos: la Liga de Salvini está intratable.
El centroderecha, tras unas semanas de conflictos y declaraciones cruzadas, volvía a presentarse unido a las elecciones. La coalición formada por Liga, Forza Italia y Fratelli di Italia mantiene su alianza en las regiones y consolida su hegemonía en todo el país sumando un punto más en el mapa. En Abruzzo, que no pasa por ser uno de sus feudos, se ha llevado este fin de semana un 49,1% de los votos. Una cifra que en unas generales les permitiría gobernar unidos.
La ironía del resultado es que la gestión en el Gobierno solo está produciendo un enorme desgaste al M5S. La Liga ha logrado generar la percepción entre ciudadanos, empresarios y sindicatos de que los problemas que se perciben de las fricciones en el Ejecutivo están causadas por la falta de capacidad de los grillinos. De hecho, el M5S ha perdido 20 puntos en Abruzzo (respecto a las elecciones generales), y ha caído hasta la tercera posición con 19% de votos.
En Forza Italia también celebran un resultado que les permite desempolvar la idea de que de que el centroderecha unido podría gobernar de inmediato Italia. Ese es el objetivo de Silvio Berlusconi, profundamente preocupado por la colonización de su electorado que ha llevado a cabo la Liga en los últimos meses. Il Cavaliere, que ya ha anunciado que se presentará a las elecciones europeas para frenar la sangría de votos de su partido, subrayó que estos datos demuestran que "el centroderecha es la mayoría natural" en este país.