Todo indica que en la Opera de París se plagió una producción escénica del argentino Marcelo Lombardero. Se trata de Lady Macbeth en el distrito de Mtsenk, de Dmitri Shostakovich, que acaba de subir en la capital francesa en una puesta del polaco Krzystof Warlikowski con la misma ambientación y recursos escénicos que Lombardero ideó para su producción en la Opera de Chile en 2009, con un equipo completado por Diego Siliano en escenografía y Video, Luciana Gutman en vestuario y José Luis Fioruccio en luces. En 2010 la producción de Lombardero se repuso con mucho éxito en el Teatro Argentino y luego salió de gira por Europa, primero justamente en Poznam (2011), ciudad de la Polonia natal de Warlikowski, y luego en Montecarlo.
Warlikowski no es precisamente un recién llegado al mundo de la ópera. El renovador Gerard Mortier lo llevó a la Opera francesa en 2006, y allí quedó instalado como el régisseur iconoclasta por excelencia. Ha dirigido obras de Wagner, Janacek, Szymanovski, Poulenc y Bartók.
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El caso saltó por la publicación de una revista digital francesa, Olyrix, y se esparció de inmediato en las redes y el mundo de la ópera. Frente a las acusaciones de plagio, el director polaco niega haber visto la producción de Lombardero y atribuye las coincidencias a la pura casualidad. “Nuestra decisión de evocar un matadero es el resultado de sesiones de trabajo que hemos tenido en el transcurso de la preparación. La idea del matadero se impuso de manera unánime frente a otras soluciones que fueron tomadas en cuenta”, explicó a la prensa europea Warlikowski.
Marcelo Lombardero, por su lado, declaró a Clarín: “Me entristece mucho esta situación. Esta producción de Lady Macbeth es una de las producciones que más quiero y me sentí obligado a hacer publico mi estupor. Pensaba que no iba a poder reponerla nunca más y que estaría obligado a explicar que la idea realmente había sido mía y que no plagiaba a la producción de la Ópera de Paris. No creo que sea posible emprender acciones legales, tampoco me interesa, no existe ninguna protección ni legislación al respecto y el limite entre el plagio y el no plagio es muy delgado, solo quiero preservar la integridad de mi trabajo y el del equipo creativo que me acompaña, que consiste justamente contar historias a través de ideas, conceptos e imágenes. Obviamente todos los artistas nos inspiramos sobre la mirada de otros artistas. Esa producción de Lady Macbeth tiene dos fuentes: una es el pintor Carlos Alonso y sus obras alrededor de la dictadura y los mataderos, y la otra es el film Carne de Armando Bo: ambas obras fueron disparadores para una estética y un concepto para la puesta en escena.
Es cierto -agrega el realizador argentino- que muchas veces directores llegamos a conclusiones similares con una obra y que existen puntos de contacto entre distintas miradas escénicas, pero de ahí a que el concepto y la resolución de una puesta en escena sea calcada sobre otro escenario y firmada por otro equipo es algo que no esperaba. Lo que mas produce esa situación es dolor y decepción porque creo que Warlikowski es un gran director de escena y que le es innecesario hacer algo así.”