España batió por quinto año consecutivo el número total de golden visa o visados dorados. En total, se concedieron 6.513 permisos, según la estadística de visados expedidos en las oficinas consulares facilitada por el Ministerio de Trabajo. Es la cifra más alta desde que el PP introdujo esa posibilidad en la ley de emprendedores que se aprobó a finales de 2013. Ese número, no obstante, representa todos los supuestos que contempla la norma y que incluyen, entre otros, causas de reagrupación familiar o traslados de profesionales altamente cualificados, los dos motivos más recurrentes.
Al aislar solo los visados concedidos por invertir más de 500.000 euros en un inmueble, la cifra baja a 586 permisos (más los que se deriven de reagrupación familiar con el titular de la propiedad, que no se pueden calcular porque se mezclan con los de otros motivos en el epígrafe familiares). Son más que en 2017, cuando se dieron 563 golden visa por invertir en pisos de lujo, pero no supone la cifra más alta de la serie estadística: en 2015 fueron 656.
Desde Transparencia Internacional ven “preocupante el crecimiento exponencial anual que reflejan los datos”. Daniel Amoedo, su coordinador de proyectos en España, recuerda que “incluso la Comisión Especial sobre Delitos Financieros y Evasión Fiscal del Parlamento Europeo ha realizado un llamamiento a la eliminación progresiva de estos programas”. Más de una decena de Estados de la UE permiten obtener la residencia a inversores adinerados usando atajos. En España, el procedimiento puede llevar un mes, lo que se tarda en comprobar que los fondos no proceden de blanqueo o que el solicitante no tiene antecedentes penales.
En el desglose por nacionalidades, los chinos son con diferencia los más numerosos. Con 409 visados de oro en 2018, suponen el 69,8% del total. El porcentaje no deja de crecer porque suman más permisos año tras año mientras que el segundo grupo en número mengua rápidamente. Los ciudadanos rusos obtuvieron el año pasado 47 golden visa, frente a 70 en 2017. En 2015, eran la nacionalidad más numerosa y, con 236 permisos, se situaban por delante de los concedidos a los chinos (137).
A mucha distancia quedan estadounidenses (terceros, con 12 permisos concedidos) y venezolanos e iraníes (con 11 para cada nacionalidad). Pero esta clasificación no es representativa del total de visados de oro porque hay otras comunidades que acceden masivamente a la residencia en España usando otros supuestos legales. Es el caso de los indios, que obtuvieron 881 visas doradas en 2018, aunque solo dos de ellas se otorgaron por comprar casas de lujo. En la mayoría de casos, obtuvieron la residencia por traslado profesional y por reagrupaciones.
De vuelta a la inversión inmobiliaria, la estadística de los registradores de la propiedad permite la comparación con el total del volumen de compraventas de viviendas por un importe superior a los 500.000 euros. El Colegio de Registradores de España recoge esos datos desde 2013 para ver si la nueva norma animaba el mercado del lujo. De acuerdo con esa fuente, en 2018 los extranjeros compraron en España 3.991 viviendas por encima del medio millón de euros. En 2.593 casos los compradores eran de países de la Unión Europea y tenían ya asegurado el derecho a residir en territorio español. Los 1.398 restantes a cargo de no comunitarios, aproximadamente un 35% del total, son los que darían derecho a solicitar una golden visa.
Suponiendo que tras cada operación hubiera una persona diferente, durante todo 2018 podrían haberse pedido como mucho en España 1.398 visados de oro. Se concedieron 586, que representan un 41,9%. Pero ese porcentaje es solo una aproximación que refleja los visados concedidos respecto a las propiedades vendidas que daban derecho a solicitarlos. La estadística pública no especifica cuántas solicitudes reales hubo y, por tanto, cuántas fueron rechazadas.
Influencia limitada
Lo que sí se sabe, porque así lo refleja el Anuario 2018 de la Estadística Registral Inmobiliaria, es que el peso de los extranjeros en el mercado de las casas de lujo crece muy lentamente año a año. El pasado se situó en el 5,99%, frente a un 5,72% en 2017 y un 5,32% en 2016. El escaso porcentaje, y el hecho de que los compradores no comunitarios encadenen tres años de descensos (en cuatro años han bajado 10 puntos porcentuales respecto a los ciudadanos de otros países de la UE), lleva a los autores del anuario registral a concluir que la concesión de permisos de residencia a cambio de inversión en inmuebles “sigue sin ser un factor incentivador de la demanda de vivienda por parte de extranjeros que cumplan dichos requisitos”.
Daniel Cuervo, secretario general de la Asociación de Promotores Constructores de España, recuerda que las operaciones de compraventa de vivienda en España (del importe que sea) por parte de extranjeros supera las 70.000 anuales. En el sector ven los visados de oro como “un incentivo interesante para determinados perfiles adquisitivos y de nacionalidades, con un impacto en la economía de los lugares donde se producen esas transacciones”.
Pero esto, añade el directivo de la patronal de promotores, debe acompañarse de “un cumplimiento a rajatabla de la normativa de prevención de blanqueo”. Para el representante de Transparencia Internacional, el mecanismo que incentiva la compra de casas de lujo es “lícito, siempre y cuando se refuercen los controles necesarios para evitar casos en los que personas perseguidas por la justicia en su país de origen lo utilicen como vía de escape o refugio en Europa”.
La estadística registral permite conocer el desglose por comunidades autónomas de las compraventas de viviendas de más de 500.000 euros por parte de extranjeros, tanto de la UE como extracomunitarios.
En cinco territorios (Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y La Rioja) no se produjo ninguna operación durante 2018. Otras cuatro comunidades (Aragón, Cantabria, Galicia y Navarra) mostraron escasa actividad (entre una y cuatro operaciones), que se animó un poco más en los casos de Murcia (15 compraventas) y País Vasco (23).
A partir de ahí se produce un gran salto: Canarias registró 286 operaciones; Madrid, 372; y Comunidad Valenciana, 450. El tercer puesto es para Cataluña, con 794 compraventas, a la que anteceden Baleares, con 983, y Andalucía, que lidera la venta de casas a extranjeros con 1.060.
El orden se invierte sin embargo al diferenciar entre compradores comunitarios y no comunitarios. Entre los primeros, las comunidades con mayor actividad en 2018 fueron Baleares, Andalucía y Comunidad valenciana.
Entre las compras por parte de extracomunitarios, las operaciones que dan derecho a solicitar un visado dorado, Cataluña fue el año pasado la comunidad con más compraventas. En segundo lugar quedó Andalucía y en tercero, Madrid.