Nicolas Cage atraviesa una etapa complicada. Altibajos, escándalos y su nombre en los titulares, por cuestiones no felices.
El año pasado se supo que se “comió” su fortuna en caprichos: llegó a vivir como un rey, compró 15 casas y hasta fósiles de dinosaurio. Endeudado, acepta pequeños trabajos para pagar sus deudas.
Ahora, la cuestión pasa por un matrimonio express. Erika Koike, la última y breve esposa de Nicolas (55), le exige una indemnización al actor por cuatro días de matrimonio.
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Cage había solicitado la anulación de su boda (la cuarta) con la maquilladora luego de un casamiento en Las Vegas. Jura que ambos estaban "borrachos". La escena tuvo lugar el 28 de marzo. Según el diario británico Daily Mail, "todo fue grabado por los presentes". En las imágenes se puede ver a Cage comportarse de forma extraña. Gritaba: "¡Ella se quiere quedar con mi dinero!".
Koike pide una compensación ya que afirma que su reputación ha sido "dañada" y eso impulsó a "la pérdida de oportunidades de trabajo".
En octubre Cage fue acusado de abuso. Una joven argumentó que él se había propasado en un festival de cine en Viena cuando el actor "estaba profundamente borracho".
En los documentos de anulación Cage citó los antecedentes policiales de Koike, su ex: la mujer tuvo dos accidentes en Los Ángeles, uno en 2008 y otro en 2011. En una ocasión fue sentenciada a 5 días de cárcel y a seguir un programa de desintoxicación. Finalmente, asistió a Alcohólicos Anónimos. En otro momento, fue castigado a 18 meses en un programa de rehabilitación contra las drogas y el alcohol.
