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El gigante norteamericano recibe la tercera sanción multimillonaria de la Comisión Europea por "prácticas abusivas" La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager AFP
La Comisión Europea ha impuesto una multa de 1.490 millones de euros a Google por el abrumador dominio del gigante tecnológico en la publicidad por Internet. El caso alude a su servicio publicitario AdSense, cuyo volumen de negocio es mínimo y está en declive, según la compañía. Aun así, es el tercer revés por un caso antimonopolio contra Google, que ha sido sancionada con multas multimillonarias por su dominio en los comparadores de compras y por imponer restricciones ilegales a los fabricantes de Android.
Cuando los usuarios de Google empleen los motores de búsqueda para hallar las mayores multas jamás impuestas por la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, se encontrarán con las que ha aplicado a la compañía que les ofrece los resultados de dónde hallar esa información. Google ha estado en el punto de mira de la Comisión en la última década. Y este martes ha cerrado el último de los frentes que tenía pendientes con una multa de 1.490 millones de euros por imponer "cláusulas restrictivas" en los contratos con sitios webs de terceros que impedían a sus rivales colocar anuncios de búsqueda en esas páginas.
El expediente a Google por su dominio abrumador de la publicidad online –copa prácticamente el 80% del mercado— fue abierto por el anterior titular de Competencia, Joaquín Almunia. La compañía estadounidense rozó el cierre del caso tras realizar tres ofertas a la Comisión Europea. Sin embargo, no lo logró y en 2016 decidió abrir una investigación formal. La compañía viene sosteniendo que Google AdSense es solo una parte muy pequeña de los ingresos publicitarios, que sigue descendiendo por el empuje de otras unidades de negocio.
La Comisión Europea cierra, al menos de momento, todos los frentes que mantenía abiertos en la batalla que inició en 2009 contra el gigante tecnológico estadounidense. En 2017 Bruselas impuso a Google una multa de 2.450 millones de euros al considerar que aprovechaba su posición dominante en el mercado de búsquedas por Internet para copar también el sector de los comparadores de productos. Un año después, la compañía californiana era sancionada con 4.340 millones de euros después de que Competencia concluyera que imponía restricciones a los fabricantes de Android.
Cambios a raíz de multas anteriores
La empresa estadounidense recurrió ambas decisiones, pero decidió acatarlas. El vicepresidente para Asuntos Globales de Google, Kent Walker, explicó en una nota que en 2017 decidió adaptar Google Shopping para responder a los requerimientos de Competencia. “Recientemente hemos empezado a probar un nuevo formato que ofrece enlaces directos a otros comparadores de compras, junto a ofertas de productos específicos de los comerciantes”, señaló.
En el caso de Android, la compañía sostiene que los usuarios han podido siempre descargarse las aplicaciones o buscadores que deseen, con independencia de las que ya estuvieran preinstaladas. Google estima que cada usuario añade unas 50 aplicaciones más a su dispositivo. Sin embargo, a raíz de la decisión de la Comisión Europa decidió cambiar el modelo de licencias, de modo que creó diferentes contratos para Google Play y los buscadores Google Chrome y Google Search. Según fuentes de la compañía, en los próximos meses se preguntará a todos los usuarios europeos a través de la aplicación Google Play qué buscador quieren usar. La Comisión, aun así, quiere atar corto al gigante estadounidense y revisa periódicamente que cumpla con sus dictámenes.