El presidente de EE UU, Donald Trump, ha reconocido este lunes formalmente la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, un territorio sirio ocupado por el Estado judío desde 1967. La decisión ya fue anticipada por el mandatario de la primera potencia mundial el pasado jueves, cuando en pleno festival del Purim (carnaval judío) anunció que Washington rompería el statu quo en este territorio. Trump, que ha justificado su decisión por las "agresivas acciones" de Irán y por "grupos terroristas" que actúan contra Israel, ha dado este lunes el paso definitivo al firmar el decreto por el que se reconoce oficialmente ese territorio como parte de Israel. "Esto es algo que debería haberse hecho hace muchas décadas", ha dicho en la Casa Blanca, acompañado del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
“El Estado de Israel tomó control de los Altos del Golán en 1967 para salvaguardar su seguridad de amenazas externas. Hoy, actos agresivos de Irán y grupos terroristas, incluido Hezbollah, en el sur de Siria continúan haciendo de los Altos del Golán un potencial terreno para lanzar ataques sobre Israel. Cualquier posible acuerdo de paz en la región debe dar cuenta de la necesidad de Israel de defenderse de Siria y otras amenazas regionales”, reza el documento firmado por Trump, que concluye afirmando que “Estados Unidos reconoce que los Altos del Golán son parte del Estado de Israel”.
Estados Unidos se convierte así en el primer país en reconocer la soberanía de Israel en un territorio ocupado durante la guerra de los Seis Días, y anexionado 14 años después, en una acción no reconocida por la comunidad internacional. Y reconoce “el derecho absoluto de Israel a defenderse”, ha declarado el presidente al lado de Netanyahu, que se encuentra de visita oficial en Estados Unidos. El primer ministro israelí se ha visto obligado a interrumpir su viaje y regresará hoy a Israel, después de que un cohete lanzado desde Gaza causara siete heridos en Tel Aviv la noche del domingo, un ataque que Trump ha calificado de “despreciable” y “horrendo”.
Los dos mandatarios han comparecido en la Casa Blanca para escenificar una relación bilateral que, en palabras del presidente estadounidense, “nunca ha sido tan fuerte”. “Ha sido una decisión que ha tardado mucho en realizarse”, ha dicho Trump, sobre una declaración que supone un cambio drástico en la política exterior de Estados Unidos, que abunda en el paso dado en diciembre de 2017 al reconocer Jerusalén como capital israelí, y que contraviene una resolución de la ONU, que rechaza los derechos de Israel sobre un territorio anexionado por la fuerza en la guerra de los Seis Días.
El primer ministro israelí ha agradecido el gesto de Trump, y ha defendido que los Altos del Golán fueron ganados “en una guerra justa de autodefensa”. Ha añadido que nunca entregarán dicho territorio y ha calificado el reconocimiento de EE UU de “justicia histórica”. Sobre el cohete lanzado la noche del domingo, Netanyahu ha asegurado que Israel “no tolerará” ataques de Hamás. “Haremos lo que tengamos que hacer para defender nuestro pueblo y nuestro Estado”, ha dicho.
Han acompañado a los dos mandatarios el secretario de Estado Mike Pompeo, el consejero de Seguridad Nacional John Bolton, la secretaria de prensa Sarah Sanders y el vicepresidente Mike Pence. También ha estado el yerno y consejero del presidente, Jared Kushner, con escasa experiencia diplomática, pero a quien Trump ha encomendado, en medio de cierto escepticismo entre los expertos, lograr el acuerdo de paz “definitivo” entre israelíes y palestinos. Poco se sabe oficialmente de dicho plan, del que Kushner ha asegurado que no ofrecerá detalles hasta después de las elecciones en Israel, cuando quede más claro el futuro de Netanyahu, amigo de la familia de Kushner, que lo conoce desde la infancia.
Netanyahu regresará hoy mismo a Israel, acortando un día su visita y renunciando a la cena en su honor que había organizado Jared Kushner. La visita a Washington y, sobre todo, el reconocimiento de EE UU de la soberanía israelí en los Altos del Golán suponen un espaldarazo a Netanyahu, que se enfrenta a unas comicios el próximo 9 de abril, en los que, según los sondeos, una alianza de fuerzas de centro amenaza su reelección. La buena relación con Donald Trump es una baza que Netanyahu juega fuerte en su campaña, hasta el punto de que la imagen amistosa de los dos líderes ha sido utilizada por su partido, el Likud, en carteles electorales.
"Siempre has estado ahí, incluso hoy”, ha dicho ayer Netanyahu a Trump en Washington. "Para mí era muy importante venir aquí, a la Casa Blanca. Israel ha tenido la suerte de tener a muchos amigos dentro del Despacho Oval durante muchos años. Pero nunca ha tenido un amigo mejor que tú. Tu reconocimiento llega en un momento en que el Golán es más importante que nunca para nuestra seguridad”, ha concluido.