"); } "); } else document.write("
");
La agencia avisa de la incertidumbre política aunque revisará al alza la nota si se alivian las tensiones en Cataluña Imagen de la Bolsa de Madrid. J.P. Gandúl EFE
La agencia Standard and Poor´s Global ha decidido mantener la calificación crediticia de A- con perspectiva positiva para el Reino de España. La nota permanece invariable desde marzo de 2018, y aunque se esperaba que pudiera ser corregida al alza, los síntomas de la ralentización económica y la incertidumbre ante las próximas elecciones generales han provocado que la agencia mantenga el rating. La agencia DBRS también ha decidido mantener el rating en A, con perspectiva estable.
“Las elecciones anticipadas pueden no dar un mandato efectivo al próximo gobierno, lo que podría afectar la economía a medio y largo plazo”, indica la agencia. Y añade que dado “el panorama político fragmentado de España, no esperamos que las elecciones anticipadas entreguen un mandato efectivo para el próximo gobierno. Por lo tanto, creemos que es improbable que los desafíos económicos estructurales de España, incluido el alto desempleo y un importante déficit de la Seguridad Social, se resuelvan a corto plazo.”
No obstante, la agencia señala que puede elevar la nota de España en los próximos 12 meses si se alivian las tensiones en Cataluña y se reduce la deuda externa neta.
S&P prevé una tasa de crecimiento del 2,2% para este año, idéntica a la previsión del Gobierno y en línea con los principales organismos nacionales e internacionales, y subraya que España mantendrá un crecimiento económico por encima de la media de la zona euro hasta 2021.
En su informe, la agencia prevé un crecimiento equilibrado, con una demanda interna fuerte sustentada en el aumento del consumo privado, y una sólida actividad financiera. Asimismo, destaca los buenos datos registrados en la creación de empleo, si bien señala la necesidad de avanzar en la reducción de la temporalidad, lo que contribuiría a incrementar la productividad y la competitividad.
La nota de S&P se sitúa en el mismo escalón que las otras dos agencias principales de rating, Fitch y Moodys, aunque mientras la agencia mantiene la perspectiva en positiva, para las otras dos es estable.