España enfatiza su amenaza de vetar el Brexit. A menos de tres días de la cumbre europea que debe refrendar este acuerdo clave, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado este jueves su amago de voto contrario. "Tras mi conversación con Theresa May, nuestras posiciones permanecen lejanas. Mi Gobierno siempre defenderá los intereses de España. Si no hay cambios, vetaremos el Brexit", ha avisado Sánchez en un tuit publicado pasadas las 22.00, recién aterrizado en La Habana, donde realiza una visita oficial.
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El mensaje reitera lo trasladado estos días, pero la tercera advertencia adquiere más rango de bloqueo porque el margen de negociación antes de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas se agota. El Ejecutivo considera que la llamada telefónica que se produjo el miércoles por la noche con la líder británica no ha surtido efecto —es decir, que May no acepta las demandas españolas de clarificar que España tendrá la última palabra para decidir si las ventajas pactadas entre Bruselas y Londres se aplican a Gibraltar— y, por tanto, la única opción posible es votar en contra.
Aunque oficialmente el Ejecutivo español sigue negociando con el resto de socios comunitarios el texto final del Brexit, la amenaza de Sánchez parece sugerir que las opciones de lograr un texto satisfactorio son cada vez menores. Ese escenario coloca en una situación incierta la celebración de la cumbre del domingo. El Consejo Europeo mantiene su voluntad de salir de esa cita con una posición de consenso. Si no lo logra, no es descartable que la reunión quede aplazada.
Apenas unas horas antes de ese mensaje en Twitter, el secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano, había dejado patente el malestar del Gobierno por la inclusión del artículo de la discordia —el 184 del tratado del Brexit— en torno a Gibraltar. Ese texto se añadió "con alevosía y nocturnidad, a petición de la primera ministra británica", criticó en una comparecencia ante una comisión parlamentaria sobre asuntos comunitarios, dedicada en esta jornada al Brexit. Aguiriano recalcó el mensaje lanzado estos días por el presidente del Gobierno: si el texto actual no se reforma, España votará en contra del paquete de retirada.
Más allá de las críticas a esa maniobra, Aguiriano dio algunas pistas sobre cómo salir del embrollo sin bloquear el Brexit. El secretario de Estado aludió a las garantías —de momento verbales— que han ofrecido los servicios jurídicos de la Comisión Europea y del Consejo Europeo de que ese artículo, que establece un vínculo entre el texto de retirada y la declaración sobre la relación futura entre Londres y Bruselas —con una formulación que sugiere que España podría perder su derecho de veto sobre la aplicación de los beneficios a la colonia británica— no merma la posición española respecto a Gibraltar. "Eso exige clarificación. Si nos dicen que no hay ningún riesgo, que lo escriban. Simplemente". La frase indica que España podría contentarse con alguna adenda de los servicios jurídicos al texto principal. Preguntado expresamente por esta opción, a la salida de su comparecencia, Aguiriano añadió: "Sí, esa es la idea".
Una diferencia máxima del 32% en tabaco
España defiende que el preacuerdo bilateral alcanzado con Reino Unido en plena batalla por el Brexit mejorará la vida de los ciudadanos del Campo de Gibraltar, la región española colindante con Gibraltar. De los cuatro memorandos pactados con Londres, el del tabaco es el que tiene compromisos más claros. Las autoridades de Gibraltar se comprometen a que en junio de 2020 el diferencial de precios entre el producto vendido en Gibraltar y en España no sea superior al 32%, según detalló el secretario de Estado para la Unión Europea, Marco Aguiriano.
El bajo precio del tabaco en Gibraltar hace muy atractiva su exportación ilegal a España. Al reducir esa brecha (que hoy es de un mínimo del 48% en las modalidades donde hay más cercanía de precio), ese contrabando es menos atractivo. Además, las autoridades de ambos territorios deberán cooperar contra cualquier tipo de tráfico ilícito en la zona. Con el pacto de estos textos (cuatro memorandos y un tratado fiscal), "España ha dado una paso sin precentes" en la reducción de los desequilibrios con Gibraltar, según Aguiriano.
La otra opción contemplada —cada vez más verosímil, a juzgar por el tuit de Sánchez— amenaza con disgustar a Bruselas y al resto de Estados miembros que abogan por cerrar ya este proceso. "Se puede parar el reloj y convocar otro EUCO [Consejo Europeo, reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, por sus siglas en inglés]", sugirió el alto cargo del Gobierno de Pedro Sánchez.
El propio Aguiriano admitió que la negociación es dinámica y que la situación cambia "cada media hora". Aguiriano pidió el apoyo de los grupos políticos a las gestiones del Gobierno español "en una cuestión de Estado" como es la relación con Gibraltar. Los partidos de la oposición evitaron darla y el PP vertió fuertes críticas a la estrategia negociadora del Ejecutivo.
Por su parte, Theresa May, que compareció esta tarde ante la Cámara de los Comunes para explicar los detalles de la declaración negociada, ha avisado a Pedro Sánchez de que "la soberanía británica sobre Gibraltar será protegida" por su país y de que el acuerdo del Brexit "será útil para toda la familia de Reino Unido". Esa posición tan cerrada puede haber motivado el pesimismo de Sánchez respecto a la reunión del domingo.
La posición española frente al Brexit no cuestiona el asunto de la soberanía, pero sí el automatismo que busca Londres de que cualquier acuerdo futuro entre las autoridades británicas y las comunitarias se aplique a Gibraltar. El Gobierno español exige respetar la posición inicial pactada por los Veintisiete de que esas ventajas solo se extenderán al Peñón si España da su visto bueno.