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La empresa deja la reunión tras la negativa de los trabajadores a su propuesta de futuro y del incremento salarial De izquierda a derecha, José Vicente de los Mozos, responsable industrial de Nissan-Renault; Gianluca de Ficchy, presidente europeo de Nissan, y Genís Alonso, consejero director general de Nissan en España. CRISTÓBAL CASTRO
Las negociaciones para salvar la planta de la Zona Franca que llevaban a cabo la dirección de Nissan y su comité de empresa se han roto durante la reunión que se celebraba la pasada madrugada en Barcelona. Fuentes sindicales han explicado que los negociadores de la empresa se levantaron de la mesa pasadas las tres de la mañana una vez que los sindicatos ratificaron su negativa a aceptar una propuesta de la compañía que no garantizaba que la fábrica tuviera asegurado su futuro una vez recortada su plantilla en 600 personas, como plantea la dirección de Nissan.
Nissan ha anunciado hoy a través de un comunicado que ha decidido "informar a la dirección de la multinacional para que tome las decisiones que considere oportunas", tras acusar al comité de empresa de "imposibilitar un acuerdo sobre el futuro de la planta de Nissan en Barcelona".
Ambas partes llevan semanas negociando un acuerdo que permita dar viabilidad a unas instalaciones que actualmente trabajan a menos del 40% de su capacidad. La compañía quiere que esas salidas se hagan a través de prejubilaciones, garantizando el 85% del salario a quienes acepten hasta los 63 años, cuando pasarían a jubilarse. Asimismo, condicionan el acuerdo a un incremento salarial del 3% en cuatro años, del que un 1% no sería consolidable. Ese es uno de los puntos que separan a Nissan de los sindicatos, que reclaman una mejora salarial vinculada a la inflación, para evitar la pérdida del poder adquisitivo.
Pero el principal punto de confrontación se sitúa en las garantías de que Nissan tendrá un futuro garantizado tras la reducción de plantilla que plantea la dirección. Los sindicatos quieren ese punto por escrito, lo que supondría asegurarse la asignación de un vehículo. La dirección, si embargo, no quiere ofrecer ese punto.
El anuncio de la dirección de Nissan Motor Ibérica de dejar en manos de la dirección europea y nipona la resolución del conflicto es arriesgado. Han avisado que ese punto puede llevar al traste la inversión de unos 200 millones de euros comprometidos para activar el plan de viabilidad de la factoría, consistente en el recorte de la plantilla pero también en una inversión de 70 millones de euros para actualizar la actual planta de pintura, que en 2023 estará fuera de la actual normativa ambiental.