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El tenista balear buscar resurgir en el Godó después de la dura derrota contra Fognini en Montecarlo Rafa Nadal (i) y Kei Nishikori, este lunes en Barcelona. PAU BARRENA AFP
Dos horas de entrenamiento le bastaron a Rafael Nadal para adaptarse a la tierra batida de Barcelona. El manacorí llegó a la ciudad, cogió la raqueta y se fue hacia la pista 18 para iniciar los peloteos con sus entrenadores, Carlos Moyà y Francis Roig. Estuvieron mucho tiempo en pista hasta que Nadal comenzó a sentirse cómodo en la tierra del club. “Venir a este torneo siempre es algo especial para mí”, señaló. Esta vez, sin embargo, llega al Open Banc Sabadell-Trofeo Godó tras haber sufrido una derrota inesperada en las semifinales del torneo de Montecarlo frente al italiano Fabio Fognini por 6-4 y 6-2.
“La cuestión es siempre encontrarme a mí mismo”, señaló Nadal en una conferencia de prensa que concedió en el Palau de la Música, donde él y Kei Nishikori realizaron un breve peloteo en una minipista improvisada sobre el escenario. “Vengo de un año difícil, en el que las lesiones encadenadas me han perjudicado bastante”, señaló el balear, de 32 años. “Sin embargo, cuando he estado bien, hemos trabajado fuerte y duro y las cosas han salido muy bien. Esto puede llevar a engaño. La gente puede creer que es fácil conseguirlo, pero no lo es. Al contrario, he pasado por momentos complicados personalmente, pero siempre miro al futuro con ilusión, trabajo y actitud positiva para dar lo mejor de mí mismo”.
Nadal sufrió una lesión en la rodilla derecha en la parte final de la pasada temporada que le obligó a retirarse unos meses del circuito. No regresó hasta el Open de Australia, donde alcanzó la final, que perdió frente a Djokovic. Jugó luego en Acapulco y cayó en octavos frente a Kyorgios, evidenciando problemas físicos. En Indian Wells no pudo afrontar el partido de semifinales ante Roger Federer por culpa de una nueva lesión en la rodilla derecha. Y ya no volvió al circuito hasta la tierra batida. En Montecarlo, la semana pasada, pareció estar en buenas condiciones, tras haber realizado un intenso trabajo en su club de Manacor. Pero Fognini le sorprendió en las semifinales.
“¿Si fue el peor partido? Siempre se puede caer más abajo”, respondió Nadal. “Sin embargo, en mi opinión jugué uno de los peores partidos de este año. Puedes engañarte buscando circunstancias atenuantes, pero la verdad es esa. Venía de jugar dos buenos partidos al principio, pero en las semifinales jugué mal. No estuve a mi nivel habitual. Y llego a Barcelona con ganas de hacerlo bien y de recuperar las buenas sensaciones, porque este torneo es siempre muy especial para mí. Forma parte de la historia del tenis español y de mi propia carrera deportiva”.
Nadal (i) y Nishikori, en la minipista habilitada en el Palau de la Música de Barcelona. PAU BARRENA AFP
Nadal ha ganado 11 veces en Barcelona y se vislumbra como el gran favorito para conseguir coronarse de nuevo. Un récord que parece inalcanzable para cualquier otro tenista actual. “Las sensaciones en la pista hoy han sido buenas”, señaló Francis Roig. “La derrota en Montecarlo supuso una decepción. Pero es algo que puede pasar… aunque no fue la mejor manera de marcharse del torneo. Pero estamos aquí para recuperar la dinámica de cada año. Y para lograrlo debes dar el 100%. Al final del entrenamiento, Rafa se sentía ya mucho más cómodo que al principio, había cogido el gesto y la bola ya le corría más fácil”. Carlos Moyà agregó: “Es una situación extraña porque llega tras perder un partido en Montecarlo. Pero está motivado, Fognini jugó un gran partido y no le dio a Rafa muchas oportunidades de remontar”.
Nadal fue realista al analizar la situación. “Nadie puede pensar en ganar 14 títulos en Montecarlo y en Roland Garros”, indicó, dándose un plazo para seguir ganando. Estar siempre al nivel que te exige cada torneo genera mucha dificultad. Pero espero estar preparado aquí en Barcelona, en Madrid o en Roland Garros para volver a ganar”.
Nadal se refirió, por último, a su amigo David Ferrer, que jugará su último Godó a los 37 años. “Lo más importante no es ganar o perder, sino lo que él sienta. Lo demás es secundario en la vida tanto personal como deportiva. Mi deseo es que sea feliz y que tenga el adiós que se merece como jugador y como persona”.
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