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Por primera vez desde 2006, las ventas españolas de mercancías al exterior se han comportado peor que la media europea
Las exportaciones españolas de bienes marcaron en 2018 un récord al crecer un 2,9% y alcanzar los 285.024 millones de euros. Y ello en medio de la ralentización económica, el Brexit y las tensiones comerciales. Hasta ahí las buenas noticias. El resto de datos no ofrece una realidad tan complaciente. En realidad, esa subida en el año obedeció a los aumentos de precios. En volumen, las ventas al exterior retrocedieron un 0,1%, la primera caída desde 2009, cuando perdieron un 9% en plena Gran Recesión según las series del Ministerio de Economía.
Vista general del puerto Bahía de Algeciras. Alfredo Cáliz
Las cifras también se antojan menos optimistas cuando se compara con la evolución de otros países del entorno. Por primera vez desde 2006, las exportaciones españolas de mercancías se han comportado peor que la media europea, destaca en una nota el Club de Exportadores con datos de Eurostat. Si las españolas crecieron un 2,9% en 2018, las de la media de la zona euro avanzaron a tasas del 4,4% anual. A partir de 2007, las empresas españolas empezaron a volcarse con el exterior ante las primeras señales de contracción de la demanda interna. Desde entonces, la mejora ha sido prácticamente ininterrumpida. Pero la tendencia podría estar cambiando en un contexto de desaceleración generalizada en el exterior. 2018 se ha salvado. Pero no puede decirse lo mismo de este año: “Inquieta la evolución de cara al comienzo de 2019. La tendencia a finales de año ha empeorado claramente”, explica Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores.
El ritmo de crecimiento de las exportaciones se ralentizó el año pasado con fuerza, desde el 7,7% anotado en 2017 hasta el 2,9% registrado a cierre de 2018. Y la cosa ha tomado un cariz algo peor en el último mes. Mientras que en diciembre Alemania consiguió aguantar y dejar la variación en cero, las ventas de España han caído un 3,7% en el mes. Según datos del CPB, el comercio mundial en noviembre se dejó un 1,6%, reflejo de un escenario internacional plagado de incertidumbres por las disputas comerciales, la ralentización de China y Europa, el Brexit, las dificultades del automóvil para adoptar los nuevos estándares medioambientales o las dudas de los consumidores sobre qué tipo de motores comprar.
EVOLUCIÓN DE LAS EXPORTACIONES ESPAÑOLAS DE BIENES
Variación interanual acumulada, en %. En volumen, a precios constantes de 2005
Fuente: Ministerio de Economía. EL PAÍS
Una parte importante del empeoramiento se debe al sector del automóvil, cuyas exportaciones nominales disminuyeron un 1,5% en 2018. Bienes de equipo y manufacturas de consumo también han moderado bastante sus crecimientos respecto a 2017. Justo los sectores que aportan un mayor valor añadido. Por países, lastraron mucho las ventas a Alemania, Reino Unido, Italia o Turquía.
Peor saldo comercial
Por otra parte, las importaciones españolas aumentaron el año pasado bastante más que las exportaciones: un 5,6% hasta los 318.864 millones, un récord de compras del extranjero. En volumen repuntaron un 1,1%. En definitiva, estas también se han frenado: al 5,6% frente al 10,5% de 2017. Pero ciertamente menos que las exportaciones. De ahí que el saldo comercial se deteriore. El déficit en bienes no energéticos se duplicó desde los 4.000 a los 8.700 millones. Y el energético empeoró en cerca de 4.000 para situarse cerca de los 25.000 millones.
Estos déficits se compensan con las ventas de los servicios y el turismo para arrojar un saldo positivo con el exterior. Sin embargo, el superávit ha caído durante los dos últimos años y ronda ahora los 14.000 millones frente a los 28.000 que se lograron a principios de 2017. Una parte del desplome obedece a un petróleo más caro. Pero otra también a los bienes y servicios no energéticos.
“A falta de las estimaciones definitivas, las importaciones ganan peso en el PIB mientras que las exportaciones dejan de crecer”, apunta Francisco Vidal, economista de Intermoney. Con la crisis, las exportaciones españolas de bienes y servicios empezaron a ganar peso en la producción. Y siguieron ganando tamaño incluso cuando el PIB crecía. Hasta mediados de 2017. A partir de ahí empiezan a estabilizarse en el 34% del PIB frente al 23% que se registraba en 2011. “Nos preocupa que las exportaciones hayan dejado de ser el motor de la economía española”, señala Bonet. Aunque el número de empresas exportadoras crece, retrocede el de compañías que exportan 250 millones o más.