En San Francisco hoy en día ser clase media es algo muy diferente a lo que es en otras partes del mundo. En esta ciudad y esta zona, el área de la Bahía, para ser clase media una pareja debe ganar más de 200.000 dólares anuales, unos 178.000 euros. Pero esa no es la realidad de la mayoría de los residentes aquí (ni de lejos) y se nota especialmente en la tremenda burbuja inmobiliaria en todo Silicon Valley.
El anuncio de que varios unicornios tecnológicos saldrán a bolsa en los próximos meses ha generado una cierta alarma social entre esa elusiva clase media pero sobre todo, entre la masa de residentes cuyas nóminas no llegan ni a seis cifras anuales. En aproximadamente un año, Lyft (que salió a bolsa a finales de marzo), Uber, Pinterest, AirBnB y Slack pasarán a ser empresas cotizando en bolsa.
“Se teme que ahora va a haber una lluvia de ricos instantáneos y que eso vaya a hacer que suban los precios de las viviendas de manera abrupta,” explica Todd David, de la Coalición de Acción para la Vivienda en San Francisco (SFHAC por sus siglas en inglés). “Los precios subirán en general, pero no sólo por estas salidas a bolsa si no por que los precios están tan disparados que en realidad, la influencia de estas empresas sobre el precio de la vivienda va a ser marginal.”
Según Todd, en un par de años una vivienda unifamiliar en San Francisco, que ahora cuesta 1.5 millones de dólares, subirá un 15% o un 20%. “Eso por sí solo, ya da más miedo que el supuesto aluvión de nuevos millonarios y la raíz del problema es el espacio limitadísimo que tenemos en esta ciudad para construir”.
Vista de la zona residencial de estilo victoriano denominada GETTY IMAGES
El boom tecnológico de los últimos 30 años, unido a la preferencia de los estadounidenses de construir casas unifamiliares ha hecho que la falta de viviendas empuje a muchos vecinos de toda la vida fuera. Y no solo de San Francisco si no a veces, de toda la zona, ya que los elevados precios tanto de venta como de alquiler, crean ondas expansivas que abarcan todas las localidades cercanas.
Falta de soluciones
“Me gustaría poder ser positivo y decir que la burbuja se va a poner mejor, pero es que no va a pasar, solo va a ir a peor por que cada vez llega más gente a trabajar a esta zona,” asegura Todd. “Esto es en mi opinión debido a la ineficacia de los políticos, que no han sabido dar soluciones ante lo que se veía venir y ahora hacen de estas empresas tecnológicas, cabezas de turco.”
Uno de los concejales de la ciudad, Gordon Mar, exigió una investigación para determinar el impacto para los residentes que pueden tener tantas salidas a bolsa, en tan poco tiempo. “Hemos visto cómo la industria tecnológica crecía […] pero también hemos visto cómo crecían los problemas no solo en torno a la disparidad de riquezas y la gentrificiación si no también en el acceso a la vivienda, el aumento del tráfico en la ciudad y en la región,” dijo Mar a los medios locales hace una semana.
En general los expertos se muestran mucho más precavidos que los políticos y los medios a la hora de asegurar que esta ola de salidas a bolsa tenga repercusiones catastróficas. “Para nada va a ser el tsunami que están vaticinando,” dice por teléfono Ken Rose, del Grupo Consultor Ken Rosen, expertos en servicios inmobiliarios en San Francisco. “Lo primero es que hay que tener en cuenta que van a tardar seis meses en completar todo el proceso y lo segundo, que el precio inicial de estas acciones va a bajar muchísimo, así que no van a ser todos millonarios o multimillonarios”.
Además Ken Rosen, que es profesor emérito de la University de California en Berkeley, cree que la mayoría de las estimaciones en cuanto a la subida de los precios de la vivienda están muy exageradas. “El impacto de estas salidas a bolsa creo que va a ser marginal pero lo importante es que esta burbuja inmobiliaria que estamos viviendo va a pinchar en unos pocos años. La economía se va a ajustar y vamos a ver un descenso paulatino a medida que el crecimiento se estanca en el área de la Bahía.”
Para Ken Rosen, esta zona ha llegado ya a su punto álgido de crecimiento y es tan cara, que muchas empresas establecidas aquí comenzarán a hacer las maletas en busca de prados más verdes y sobre todo, más baratos.
“No solo muchas de las ya establecidas, muchas otras que querrían venir a Silicon Valley, se lo pensarán dos veces por los precios. De hecho ya está pasando, ahora hay muchos otras ciudades en torno a Califonia que están atrayendo mucho talento tecnológico, como Las Vegas y Portland,” dice Rosen. “Silicon Valley siempre será Silicon Valley pero es que establecerse en esta zona ya es casi imposible para muchísimas empresas.”