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Canadá suspende "inmediatamente" los vuelos de los Boeing 737 MAX y deja aislada a EE UU
Flores depositadas junto a los restos del avión siniestrado cerca de Bishoftu. En vídeo, declaraciones del ministro canadiense de Transporte. MULUGETA AYENE (AP) / VÍDEO: AP
Las dos cajas negras del Boeing 737 MAX 8 que se estrelló el domingo al poco de despegar del aeropuerto de Adís Abeba y que se saldó con la muerte de sus 157 ocupantes serán enviadas a Alemania para su análisis, según han confirmado a Reuters portavoces de Ethiopean Airlines. Asrat Begashaw explicó en nombre de la compañía que la aerolínea carece de los medios técnicos necesarios para descifrar el contenido de los dos dispositivos, encontrados el lunes entre los restos del aparato.
De ese estudio se podrán extraer conclusiones sobre las causas del accidente que ha convulsionado a la industria aeronáutica mundial. Estados Unidos se queda sola al defender la seguridad del B737MAX después de que Canadá haya decidido sumarse a la suspensión global de vuelos en su espacio aéreo. Begashaw ha insistido además en que el piloto informó de problemas de control de vuelo -por contraposición a factores externos como las aves o la meteorología- y había solicitado regresar a Adís Abeba. “De hecho, se le permitió regresar”, ha asegurado.
La coincidencia de dos accidentes en un periodo de menos de seis meses en los que se ha visto involucrado el mismo modelo de avión, el primero ocurrido en octubre cuando un Boeing 737 MAX 8 de la compañía Lion Air se estrelló en Indonesia al poco de despegar y el segundo el pasado domingo en la capital etíope, ha levantado dudas en todo el mundo acerca de la fiabilidad del aparato. El pasado martes, el director general de Ethiopian, Tewolde GebreMariam, admitía en una entrevista que las similitudes entre ambos siniestros son “significativas”.
El accidente de Lion Air puso el foco en el funcionamiento de las sondas de ángulo de ataque conectadas al sistema de estabilización automático del avión, cuyo fallo provocaría que el avión descendiera en lugar de permanecer a una altura estable o subir. Sin embargo, Ethiopian Airlines ha insistido en que es pronto para establecer las causas del siniestro, según informa France Press. De hecho, los investigadores aún están a la espera de tener acceso a la información de los grabadores de voz y datos. El propio GebreMariam ha asegurado que los pilotos habían informado al control de tráfico aéreo que tenían "problemas de control de vuelo".
Las sospechas respecto al buen funcionamiento del Boeing 737 MAX 8 han generado que una veintena de países en todo el mundo, entre ellos China, Australia o la propia Etiopía, hayan prohibido que este modelo aterrice o despegue de sus aeropuertos o sobrevuele su espacio aéreo y que decenas de compañías suspendan su uso hasta que se esclarezcan las causas del accidente, en el que fallecieron 157 personas. La Unión Europea se ha sumado a esta prohibición y la ha hecho extensiva al modelo MAX 9.
Este miércoles Ucrania, Georgia, Irak y Canadá, que sufrió 18 víctimas en el accidente del domingo, se convirtieron en los últimos países en prohibir la presencia de estos aviones en su cielo. La decisión afecta de lleno a las operaciones de Canadian Airlines, que cuenta con la segunda mayor flota de esta variante tras la estadounidense Southwest Airlines.
“Es desafortunado”, ha declarado este miércoles el ministro canadiense de Transporte, Marc Garneau, “pero la seguridad de los pasajeros es la prioridad”. “Esperemos que la situación pueda resolverse pronto”, ha añadido. La decisión se adoptó en la mañana del miércoles al considerar que los dos accidentes mortales sufridos por este modelo en menos de seis son muy similares. “Los datos muestran un perfil muy parecido”, apuntó.
El Gobierno canadiense informó al regulador de la aviación civil estadounidenses (FAA, en sus siglas en inglés). “Trabajamos estrechamente con ellos porque son la autoridad reguladora”, explicó. También estuvieron durante todo el proceso que llevó a la decisión en contacto con Canadian Airlines. “Entienden la importancia de la seguridad”, declaró.
Garneau explicó que los pilotos canadienses recibieron un entrenamiento específico tras el primer accidente de Lion Air para poder actuar en caso de que se detectaran anomalías en el vuelo de estos aviones. El ministro evitó entrar a criticar a la FAA al considerar que el B737MAX es seguro para volar. También dejó claro que en esta decisión no hay consideraciones políticas.
“No sabemos por qué el avión se comporta de esa manera y eso es lo que se debe determinar”, reiteró el ministro, al tiempo que señaló que los ingenieros de su departamento están haciendo las evaluaciones necesarias de los datos y la información que les va llegando para determinar los pasos a seguir después. La decisión aísla, por tanto, más a EE UU. “Los americanos hacen lo que les corresponde”, concluyó.