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CIC, acusación del caso Bankia, enviará un informe previo y las preguntas por escrito al FMI, porque la directora gerente rechaza declarar por videoconferencia La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. EFE
Continúan el proceso para lograr la declaración de Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), por el caso Bankia. El organismo internacional exigió, a través de la Audiencia Nacional, que se enviara un informe previo con las razones por las que se pide la declaración de Lagarde y de Ceyla Pazarbasioglu, directora adjunta del FMI en 2012, aunque ahora es vicepresidenta del Banco Mundial, y un cuestionario con las preguntas.
El sindicato Confederación Intersindical de Crédito (CIC), personada como acusación particular en el caso Bankia y que ha pedido la comparecencia de Lagarde, prepara el informe previo y el cuestionario que exigido. Aunque en principio el día límite para cumplimentar este requisito era el jueves 24 de abril, al notificarle con retraso la providencia, el plazo se ha pasado al viernes 25.
Según Andrés Herzog, el abogado que representa a CIC, las cuestiones que planteará a Lagarde buscan conocer si es cierto que adelantaron la publicación del informe del 25 de abril de 2012 por sugerencia del Gobierno u otro organismo, para forzar la salida de Rodrigo Rato de la presidencia de Bankia, así como todos los detalles que aclaren las circunstancias alrededor de este hecho. Rato sostiene que se hizo con esta intención, algo que ha negado Luis de Guindos, entonces ministro de Economía y actual vicepresidente del BCE.
"Que mejore su gestión"
CIC también quiere saber si realmente Bankia era una gran preocupación para el FMI ante la ruptura del euro y de dónde obtuvieron la información para llegar a estas conclusiones, que apuntaban en el citado informe en el que decía: "Con el fin de preservar la estabilidad financiera, es esencial que estos bancos, y en particular el de mayor tamaño", en referencia velada a Bankia, "tomen medidas rápidas y decisivas para fortalecer sus balances y mejorar su gestión y su gobierno corporativo”. Herzog considera que el FMI debía tener información muy detallada y fiable para llegar a pedir unas medidas tan drásticas y concretas como estas, que habitualmente no aparecen en los informes sectoriales del organismo internacional.
El citado documento del FMI tuvo gran trascendencia en los mercados y en los círculos financieros, si bien la situación de Rato y de Bankia en aquellos momentos ya era delicada, como se ha visto por las declaraciones de los responsables de supervisión del Banco de España en las comparecencias del caso Bankia.
El supervisor exigió dos planes de saneamiento a Bankia, casi los mismos días en los que se publicó el informe del FMI. El segundo de ellos tenía fecha del 27 de abril. Rato sugirió al supervisor que necesitaba unos 7.000 millones más del Estado (ya había recibido 4.400 millones) de dinero público para cumplir con las condiciones del Banco de España, según han declarado altos cargos de la inspección en la Audiencia. El 4 y el 6 de mayo de 2012, Guindos organizó dos reuniones con Rato y los grandes banqueros y el 7 de mayo de 2012, Rato dimitió.