"); } "); } else document.write("
");
Las compras de particulares siguieron reduciéndose en abril, a un ritmo del 17% Concesionario de automóviles en Santiago. Ó. CORRAL
La industria del automóvil se tomó un respiro en abril, después de siete meses consecutivos de caídas en las matriculaciones de turismos. Las ventas de coches subieron un 2,6%. Esa es la buena noticia de un mes que mantiene notas negativas, como el hecho de que la confianza del mercado de particulares continue en mínimos y bajando, registrando una caída de las ventas del 17%. Solo la actividad de las empresas (tanto las que de renting como las alquiladoras) salvaron el mes. En lo que va de año, en todo caso, las ventas acumulan una caída del 4,5%.
Las marcas continúan con todas las alarmas conectadas. El mercado europeo continúa débil y el español no es diferente, si bien en éste las filiales españolas de los grandes grupos de automoción denuncian especialmente la actuación de las administraciones, a las que acusan de estar detrás de un desplome de las ventas por las dudas que han generado en el último año sobre el futuro de los vehículos propulsados por motores de combustión y, especialmente, los diésel. Aseguran que algunas declaraciones están generando una bolsa embalsamada de potenciales compradores que no atreven a dar el paso a adquirir un coche. Los sindicatos defienden también esa versión.
Cierta o no esa interpretación, las matriculaciones de turismos alcanzaron las 116.433 unidades. La principal parte, la que siempre ha correspondido al mercado de particulares, se reduce mes a mes. En abril, la caída fue del 17% y se situó en los 45.053 vehículos. En cambio, las empresas incrementaron sus matriculaciones un 13,3% (36.421 unidades) y las alquiladoras otro 27,1% (37.943) fueron las que mantuvieron el mercado. Esos últimos datos son positivos, pero muestran cierta desaceleración paralela al producido por la economía española, con excepción del primer trimestre.
En línea con lo sucedido el resto del año, las ventas de turismos diésel se limitó al 27,3% del total de las ventas, lo que está llevando a que crezca el peso de los coches de gasolina y, en consecuencia, se estén elevando los porcentajes de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Solo un 9,6% de los coches vendidos en abril escapaban a la gasolina y al diésel, según las estadísticas facilitadas por la patronal de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).
La directora de comunicación de Anfac, Noemí Navas, considera que lo más preocupante de los datos es "la prolongada y pronunciada caída del canal de particulares, con un 11% de descenso. Las familias no están adquiriendo coches nuevos y no parece que este dato vaya a mejorar ostensiblemente". Desde Faconauto explicaban como una posible causa de esa situación "la falta de confianza del consumidor en España, que bajó en abril 4,1 puntos, según el Índice Sentimiento Económico publicado por la Comisión Europea", dijo el responsable de comunicación de Faconauto, Raúl Morales.
Alberto Tapia, de Ganvam, explica que el paso de particulares por los concesionarios ha caído "en el marco de la incertidumbre del comprador y la expectativa electoral, que confiamos que se despeje definitivamente en las autonómicas y las locales del 26 de mayo".