Julen, de 22 años, se descargó las aplicaciones de citas Grindr y Bender cuando tenía 15. En un año mantuvo relaciones sexuales con unos 20 o 30 chicos mayores que él a través de estas aplicaciones de citas. “Me gustaban de hasta 25 o 27 si tenían buen cuerpo. Cuando me preguntaban si era menor, generalmente mentía”, afirma. Y no es el único. Este periódico se ha puesto en contacto con varios jóvenes que han eludido fácilmente los controles de edad de aplicaciones de citas para mayores de 18 años como Tinder o Grindr.
La Guardia Civil está investigando en España varios casos de delitos contra menores que usan estas apps. Por ejemplo, a través de Instagram detectó un posible caso de abusos sexuales de un hombre, también usuario de Grindr, en contacto con menores. “También un menor ha sido denunciado por alguien de su centro escolar por ofrecer servicios en Grindr a cambio de dinero”, explica a EL PAÍS el responsable del Equipo Mujer-Menor (EMUME) de la Guardia Civil, Daniel Moreno Gómez, que no ha concretado el número exacto de investigaciones abiertas. En cambio, la Policía Nacional afirma no haberse enfrentado a ningún caso de este tipo.
En España, la reforma del Código Penal de 2015 elevó la edad de consentimiento sexual de los 13 a los 16 años. Si un adulto tiene relaciones sexuales con un menor que aún no haya cumplido los 16, aunque estas sean consentidas, el adulto podrá ser condenado por “abusos” a una pena de entre dos y seis años de cárcel (hasta 12 años si hay penetración vaginal, anal o bucal).
“Es flipante la de chavales menores que hay hoy en día en Grindr. Muchos al principio te dicen que tienen 18 o 19 años y antes de quedar te cuentan que tienen 15. Mienten porque quieren quedar con tíos mayores y si de primeras dicen su edad de verdad nadie queda con ellos”, cuenta Alejandro, un joven de 23 años que lleva más de seis usando Grindr. Para él, “lo único peligroso de que haya menores en estas apps es que la gente más mayor se aproveche de ellos”: “Con 15 o 16 años tienes una inocencia que con 23 ya no tienes. A mí me han llegado a hablar personas de hasta 70 años que buscan gente joven”.
LEON NEAL GETTY IMAGES
“Malas experiencias usando estas aplicaciones tenemos todos”, cuenta Julen. Pese a que subraya no haber sufrido ningún tipo de abuso, reconoce haber mantenido relaciones sexuales “por compromiso”: “Polvos incómodos antes, durante y después de echarlos sí he tenido”. “Cuando eres tan joven a veces no te atreves a decirle a la otra persona que pare si, por ejemplo, a él le gustan los azotes pero a ti no y te está haciendo daño”, explica. Pero, con el tiempo, “te empoderas y dices no”.
Algunas de estas apps también han tenido que enfrentarse a críticas por la discriminación de algunos usuarios. Cuando alguien escribe “ni arroz ni chocolate” en su perfil de Grindr, en realidad, se trata de un código con el que deja claro que no se relacionará con asiáticos ni con negros. Para Alejandro, las formas de algunos usuarios dejan mucho que desear. Recuerda como hace un tiempo le envió una foto suya “a un chico guapete”. Obtuvo un “qué feo” como contestación y, además, el chico le bloqueó. “Que te digan feo con 14 años te puede afectar porque te preocupa tu físico”. En este tipo de aplicaciones, “los chicos van bastante a saco”: “Lo primero que te preguntan es si eres activo o pasivo e incluso hay gente que directamente te pide por el chat si podría hacértelo a pelo”.
La posición de Tinder y Grindr
Al descargarse aplicaciones como Tinder o Grindr, solo es necesario introducir una fecha de nacimiento que acredite que se es mayor de edad. Este periódico se ha puesto en contacto con ambas compañías para saber qué medidas están tomando para comprobar que la fecha introducida es verdadera y evitar así que los menores eludan los controles de edad. Tinder, que aumentó la edad entrada para usuarios de 13 a 18 años en 2016, ha descartado hacer declaraciones al respecto. Un portavoz de la compañía le dijo a The Guardian que la plataforma utiliza "una red de herramientas de moderación y revisión de vanguardia automatizadas y manuales, sistemas y procesos para prevenir, monitorizar y eliminar a los menores y otros comportamientos inapropiados de la aplicación”: “No queremos menores en Tinder".
Grindr ha afirmado sentirse preocupada ante cualquier presencia de menores en la aplicación y ha alentado a los usuarios a que denuncien cualquier cuenta que pertenezca a menores. “Nuestro equipo trabaja constantemente para mejorar nuestras herramientas de detección digital y humana para prevenir y eliminar el uso inadecuado de nuestra aplicación por menores de edad”, ha afirmado la compañía en un comunicado, que no aclara qué medidas concretas está tomando para evitar que los menores la usen.
Estas dos aplicaciones de citas son las más populares. Pero hay decenas de ellas en el mercado. Desde Adopta un tío, que usa más filtros y aumenta las posibilidades de acierto, a OKCupid, que realiza búsquedas por afinidad psicológica o Lovoo, que cuenta con un localizador ágil y preciso. También están Wapo, para gays y bisexuales, y Wapa, para lesbianas y bisexuales.
Esta última aplicación es la que utiliza normalmente Alba (nombre ficticio). Tiene 19 años y también ha probado Badoo y Tinder. “He usado estas apps desde que tenía 14 años y he quedado con chicas y chicos en sitios públicos, casas e incluso coches”. Ella, a diferencia de Julen, afirma que nunca se ha sentido incómoda y siempre ha sido consciente de las implicaciones de lo que hacía. “Yo sabía con la gente que quedaba y no he hecho nada que no haya querido”, explica por vía telefónica mientras está en una de sus citas. Ha quedado con una chica de 35 años que discrepa y se une a la conversación: “Yo no lo veo igual. Hay mucha gente colgada. Además, antes era mucho más complicado mandar fotografías tuyas, ya que no todo el mundo tenía cámaras. Hoy los menores mandan fotos comprometidas a la ligera sin saber realmente a quién se las están mandando”, concluye.
El Gobierno del Reino Unido ha preguntado a Tinder y a Grindr qué medidas toman para garantizar la seguridad de los menores y cerciorarse de que son mayores de edad. El secretario de Estado del Reino Unido para los Medios Digitales, Cultura, Medios y Deporte, Jeremy Wright, ha asegurado en un comunicado que recoge The Guardian que si estas medidas no le parecen suficientes, tomará otras nuevas al respecto.
La policía británica ha investigado más de 30 casos de violación infantil desde 2015 en las que las víctimas contactaron con su agresor a través de estas apps, según el mismo periódico. Además, The Sunday Times informa de que ha habido otros 60 casos de delitos sexuales contra menores como grooming (engaño pederasta por Internet), secuestro y agresión sexual violenta. La víctima más pequeña tenía ocho años.