Jorge Lanata regresó a la tele con el estreno de "Hora 25" (lunes a jueves a las 23, por TN). El ciclo en el que el periodista hará entrevistas a "gente común" porque, sostiene, todos tenemos una historia para contar, debutó con un entrevistado singular: el propio Lanata, que se puso frente a un espejo y habló de su historia personal.
"Yo hice este programa por primera vez hace 28 o 27 años en la radio. Se escuchaba por acá", explicó Jorge Lanata mientras mostraba un cassette. "Yo era una especie de Dr. Jekyll y Mister Hyde: de día, dirigía Página/12 y por la noche, en la Rock & Pop, hacía 'Hora 25'", recordó, tal y como había evocado por estos días al anunciar el debut en televisión de lo que había sido aquel exitoso ciclo radial.
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De lunes a viernes por la tarde.
Lanata dijo estar convencido de que en la radio y la tele existe "el vértigo del aire" y razonó: "Hay un momento en el que aunque no te lo propongas, decís la verdad". "En la televisión, donde casi todo el mundo miente, que haya una pequeña isla de verdad es sano para todos: para mí y para ustedes", afirmó.
Tras recordar que en 'Hora 25' de la Rock & Pop en su momento había hecho un "ego trip", es decir, una entrevista a sí mismo, develó que él sería el entrevistado en el estreno de la versión televisiva del ciclo. "Ahora, 30 años después, tenemos una versión televisiva del ego trip -planteó-. El año próximo, me voy a ir de los medios para pasar a las redes. Quería que en mi último año en los medios tradicionales, se volviera a hacer 'Hora 25', un programa que quise mucho".
Jorge Lanata hace "Hora 25", de lunes a jueves, a las 23, por TN.
Así, frente a un espejo, Lanata se preguntó: "Dijiste que te asombraba la vida que tuviste. ¿Qué es lo que te asombra?". Y se respondió: "Me enteré a los 56 años de que era adoptado. Es un momento raro para enterarse. Primero pensé '¿por qué me mintieron durante tanto tiempo?'. Pensé mucho tiempo en buscarlos (a sus padres biológicos), pero sentí que no necesitaba hacerlo, que mi vida fue lo que tenía que ser, yo ya era yo. ¡Pero qué vida rara!".
"Cuando yo era chico, mi mamá, que no era mi mamá biológica, Angélica, tuvo un tumor cerebral y le quedó paralizado el lado derecho del cuerpo -siguió contando y contándose Lanata-. Podía entender palabras, pero no armarlas. Sólo podía responder 'sí' o 'no'. Vengo de una familia de clase media baja, de Sarandí. No tuve bibliotecas en mi casa".
De la infancia, le quedó un malestar por el día de su cumpleaños. Lo explicó así: "Cuando yo era chico, en mi casa no festejábamos los cumpleaños porque decíamos que íbamos a festejar cuando mi mamá se curara. Y no se curó".
Más adelante, Jorge Lanata habló de la enfermedad que recientemente lo mantuvo internado durante largos días en la Fundación Favaloro. "Yo siempre hablé de mis enfermedades, porque no soy culpable de ellas -dijo-. Si me enfermo por algo relacionado con el cigarrillo, será mi culpa. Pero hasta ahora, ninguna de mis enfermedades tuvo que ver con eso. A la gente le cuesta mostrarse vulnerable, pero yo, siempre que tuve alguna enfermedad, lo dije, sin avergonzarme".
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Entre otras experiencias de su vida, Lanata recordó que ha consumido drogas y que pudo dejar esa adicción. "La verdad es liberadora, en cualquier caso -aseguró-. La gente se droga porque el mundo duele, y hay gente más débil que otra y toma drogas para acolchonarse. Pero no sirve, porque uno no se acolchona, aunque crea que sí".
Seguro de que lo bueno es ir siempre hacia adelante, Jorge Lanata arremetió contra el exitismo "Yo triunfé muchas veces y fracasé otras tantas -manifestó-. Y no pasa nada. Esto que ves acá no es la vida, es la televisión. Puede medir o no medir, pero no me importa. Hay que hacerlo sin miedo al fracaso, porque si fracasás, no pasa nada: te levantás y seguís".
En otro tramo de su monólogo Jorge Lanata contó: "Siendo periodista me di cuenta de la diferencia que hay entre el microclima y el público. El microclima es envidioso, tiene pequeñez. El público, en cambio, es generoso". "Nunca estás más solo que cuando un programa termina -agregó-. Estás solo y tu cabeza va a cuatro mil mientras el mundo que antes, al aire, iba también a cuatro mil, empieza a ir a la velocidad normal".
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A los 58 años, Lanata aseguró que ahora es mejor que cuando tenía 20 años, y lo celebró: "Gracias a Dios, siento que no estoy igual que a los 20, que algo aprendí. La coherencia no es un valor en sí mismo".
En su "ego trip", Lanata dijo: "A pesar del paso del tiempo, trato de seguir teniendo una reacción animal con el trabajo y con mi vida, porque el animal es lo que es: un tigre no quiere volar, es un tigre".
Sólo un instante habló de política y fue para decir que "en la Argentina, la política está enferma: la izquierda es miserable y la derecha es cruel".
"Estoy feliz de poder hacer 'Hora 25' y espero que todas estas noches nos encontremos acá", les propuso Jorge Lanata a los televidentes en el cierre de la primera emisión del programa.
AS
