El exgobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez. En vídeo, su declaración en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, EFE / EP
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España, ha asegurado este lunes durante el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que no recibió los correos del inspector encargado de Bankia, José Antonio Casaus, en los que este alertaba de la inviabilidad de la entidad. Ha añadido además que las opiniones de este inspector eran equivocadas y que sus superiores tomaron la decisión correcta al no avisarle porque lo que decía Casaus "no era relevante". Fernández Ordóñez, que fue gobernador durante la salida a Bolsa de Bankia, llegó a estar imputado en la recta final de la instrucción de esta causa, precisamente después de que se incorporaran cuatro correos internos de este inspector.
Hoy ha declarado como testigo y ha insistido en que la gestión que hizo de la crisis bancaria al frente del supervisor fue correcta y ha culpado a la crisis de la caída de Bankia. Su interrogatorio es uno de los más esperados porque varios de los acusados, incluido Rodrigo Rato, han tratado de cargar al Banco de España con la responsabilidad de lo sucedido con Bankia, que poco después de salir a Bolsa tuvo que ser rescatada con 22.424 millones de dinero público. El exgobernador ha asegurado que se enteró de la existencia de esos correos viendo la televisión y ha añadido que Casaus acertó en la futura inviabilidad de Bankia, pero no por los motivos que plasmó en los correos. "Acertó por casualidad"; ha señalado.
Fernández Ordóñez ha insistido en que la decisión de salir a Bolsa la tomaron los administradores de Bankia, de la misma forma que fueron estos gestores los que decidieron fusionar siete cajas para crear el gigante bancario. Ha explicado que Bankia tenía tres opciones para conseguir los niveles de capital que se le pedían en 2011: podía salir a Bolsa, buscar inversores externos o pedir ayudas al FROB y nacionalizar. "La filosofía era dejar decidir a los gestores", ha asegurado casi al inicio de su declaración. El exgobernador ha querido dejar claro que, a diferencia de lo que dicen los miembros de la antigua cúpula de Bankia, el Banco de España no les forzó a decantarse por la primera opción.
Fernández Ordóñez ha contestado a los consejeros de Bankia y BFA que mayoritariamente han declarado que se limitaron a hacer lo que les indicó el Banco de España. "El Banco de España no autoriza la salida a Bolsa de la entidad, lo que hace es no oponerse", ha asegurado el exgobernador, que ha aprovechado para subrayar que la labor de supervisión que desarrolla el Banco de España no consiste en decir a los administradores de un banco lo que deben hacer. Fernández Ordóñez ha asegurado desconocer que Bankia iba a presentar las cuentas de 2011 sin el informe de auditoría, hecho que precipitó la caída de la entidad. "Fue una sopresa para todos", ha asegurado.
Bancaja no aguantaba
Acerca de su responsabilidad sobre la supervisión de las entidades bancarias, y en concreto de Bankia, Fernández Ordóñez ha asegurado que se limitaba a la Comisión Ejecutiva, de la que formaba parte junto otras tres personas. Se ha referido en varias ocasiones a que él solo era "el 25% de la comisión" y que los detalles técnicos los manejaba el área de supervisión. Solo tuvo que hacer frente a "dos cositas" relacionadas con Bankia, ha dicho, que fueron aprobar la integración de las siete cajas -ha añadido que no fue idea del Banco de España- y reunirse con el expresidente de Bancaja, José Luis Olivas, que era reticente a fusionarse con Caja Madrid.
Ha asegurado que le dijo a Olivas, al que la Fiscalía acusa de estafa a inversores, que Bancaja no aguantaría sin esa fusión. Al relatar esa conversación el exgobernador ha dicho que le pareció "increíble" que los inspectores del Banco de España le estuvieran diciendo a Olivas que la entidad no saldría adelante y él siguiera negándose a la fusión. Y lo ha relacionado con el hecho de que "había políticos y no profesionales en las cajas". "A veces en los directivos de las cajas había intereses de otro tipo, como seguir en sus puestos y cobrando, aunque no digo que ese fuera el caso de José Luis Olivas", ha dicho.
Descuento en el precio de la acción
Fernández Ordóñez ha asegurado que el descuento en el precio de la OPS (oferta pública de suscripción) fue bueno tanto para los pequeños accionistas, que pudieron comprar mayor cantidad de acciones, como para los contribuyentes. Bankia debutó en Bolsa en 3,75 euros, un 15% por debajo del mínimo de la horquilla inicial, que oscilaba entre 4,41 y 5,05 euros. El exgobernador ha asegurado que el precio de la salida a Bolsa no le "interesaba especialmente" porque no entraba dentro de sus competencias y que no le dio "relevancia". Lo importante, ha añadido, es que con el debut bursátil se consiguieron más de 3.000 millones de euros mediante "una operación interesante que cumplía la ley".
El exgobernador ha entrado también, a preguntas de la fiscal Carmen Launa, en la cuestión de si Bankia debería haber cargado las pérdidas contra resultados o contra reservas, como se hizo, en los resultados correspondientes al ejercicio 2010. Para Fernández Ordóñez, hacerlo contra reservas fue "lo más razonable" porque de no hacerlo así se habría ofrecido una "imagen falsa" de la entidad solo tres meses después. En su opinión, además, cargar pérdidas contra reservas o contra resultados no habría alterado el valor patrimonial de la entidad. Ha añadido que esta fórmula se aprobó para todas las cajas que se fusionaron en España, no solo en Bankia.
Según su declaración, Fernández Ordóñez culpa únicamente a la crisis del descalabro de Bankia. Ha asegurado que la "monstruosa recisión" fue la que impidió que prosperara la fusión de siete cajas que dio lugar a la entidad. En mayo de 2012, ha relatado, la situación era muy delicada. "Yo creía personalmente que a España la largaban del euro", ha dicho.