El mercado laboral en Europa será una de las zonas del mundo más beneficiadas por la aplicación del Acuerdo de París contra el cambio climático. Apostar por las energías renovables e invertir para contener las emisiones de CO2 aumentará el empleo en 2030 un 0,5% más de lo previsto en la Unión Europea. De esta mejora, Bélgica, España y Alemania salen más favorecidas que el resto. El potencial de la fotovoltaica y el impacto en la construcción se traducirían en España en 200.000 empleos más para ese año, un 0,9% adicional, según Eurofound.
Europa se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 40% en 2030 sobre las que emitió 40 años antes. Para 2050, la estrategia europea pasa por descarbonizar completamente su economía. Es la forma que Europa, que hasta ahora ha liderado la lucha climática, ha puesto sobre la mesa para cumplir con el Acuerdo de París, cuyo objetivo es que el aumento de la temperatura media a final de siglo no supere los dos grados respecto al nivel preindustrial. Esa meta de los dos grados es la que han establecido los científicos para que el calentamiento, ya irreversible, se quede dentro de unos límites manejables.
Cumplir París implica que todos los países de la UE deben adoptar medidas pronto y eso tendrá un impacto sobre la economía y el empleo. Para averiguar esto último, la agencia tripartita europea Eurofound, integrada por la UE, los sindicatos y las patronales continentales, ha elaborado un informe —que difunde este martes— en el que calcula que el impulso de energías renovables, la sustitución de fuentes fósiles y todos los efectos indirectos que se generan añadirán unos 2,4 millones de empleos a la UE en 2030. La base del cálculo de Eurofound son los 243,24 millones de puestos de trabajo para ese año que prevén esta agencia y Cedefop, la dedicada a las políticas de educación y formación profesional en la UE en un informe del pasado diciembre.
De esos 2,4 millones de empleos adicionales por la aplicación del Acuerdo de París, a España le corresponden unos 214.000, ya que la mejora sobre ese escenario base es de un 0,9%. Solo Bélgica supera la evolución prevista para España y, tras ella, Alemania.
Los mayores beneficios para el mercado laboral español se deben al potencial de desarrollo que tiene la energía fotovoltaica, apunta por teléfono Donald Storrie, investigador jefe de Eurofound. El estudio también señala a la caída de precios de la electricidad que se espera por el desarrollo de esta fuente energética. “Esto impulsará el consumo, ya que aumentará el dinero en los bolsillos de los hogares”, añade Storrie.
España vivió desde principios de siglo un boom de la energía eólica —que ahora acumula casi la mitad de la electricidad renovable generada en el país—. A finales de la década pasada, se empezó a vivir un crecimiento similar en la fotovoltaica. Sin embargo, un mal diseño de las políticas de primas, hizo que se provocara un parón importante. Ahora, aunque también se estima un crecimiento de la eólica en la próxima década, todos miran a la fotovoltaica debido, en parte, a la enorme caída de los costes de producción de esta tecnología y al futuro desarrollo del autoconsumo.
Los países en los que menos se beneficiarán del tirón del empleo por esta adaptación a las exigencias de París son los que menos dependen de la importación de petróleo o los que ya tienen los deberes hechos. En este último caso, se sitúa Dinamarca, “que ya ha avanzado en el consumo de energía renovables y eficiencia energética, así que las inversiones que requiere para acercarse a los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono son pequeñas”.
Pierde Polonia
En el lado de los perdedores estarán, según el informe, solo se sitúa Polonia, muy dependiente del carbón, el combustible fósil al que todos los analistas apuntan como el primer perdedor de la lucha contra el cambio climático. Un estudio del año pasado del Joint Research Centre (JRC) —órgano científico que asesora a la Comisión Europea— recordaba que casi la mitad de los trabajadores del sector del carbón de Europa están en Polonia, lo que supone más de 110.000 empleos.
“En el sector de la minería se espera una sustancial pérdida de empleo”, expone el informe de Eurofound, en línea con esa previsión de JRC. También prevé una reducción de puestos de trabajo el sector energético, “por el ahorro que producirá una mayor eficiencia al bajar la demanda de gas”. Por el contrario, en el sector de la construcción espera una expansión por la inversión necesaria para lograr edificios en los que se necesite menores consumos de energía y “por la construcción de plantas de energía renovables”.