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Un informe del BBVA Research apuesta por un sistema que tenga en cuenta las aportaciones durante toda la vida laboral y no solo los últimos años Un grupo de pensionistas en un parque. MARTA JARA
España necesitará tener 28,5 millones de cotizantes a la Seguridad Social en 2050 para poder pagar las 15 millones de pensiones previstas a esa fecha, lo que supone que en 31 años el sistema tendrá que sumar casi 10 millones de afiliados más de los que hay actualmente, según cálculos de BBVA Research.
El servicio de estudios de la entidad sostiene que, ante el previsible aumento del número de pensionistas, se pueden adoptar tres caminos alternativos. El primero de ellos consistiría en aumentar la presión fiscal, introduciendo más impuestos o recortando el gasto público en otras partidas presupuestarias. El segundo pasaría por acometer reformas estructurales para reducir la tasa de paro, aumentar la tasa de actividad y de empleo, y la productividad y los salarios. La tercera alternativa, expone BBVA Research, es la de fomentar el ahorro complementario, compensando la reducción de la pensión media sobre el salario medio con más ahorro.
En su opinión, todas estas alternativas tendrían efectos más positivos sobre el crecimiento y el empleo cuanto antes se implantara en España, de manera gradual, un sistema de cuentas nocionales/individuales, "permitiendo anticiparse al futuro con decisiones informadas y blindando la pensión mínima" en función de la inflación subyacente y las ganancias de productividad.
BBVA Research sostiene que las cuentas nocionales –que toma en cuenta todo lo aportado a la Seguridad Social durante toda la vida laboral y no sólo durante los últimos 25 años como hace el sistema actual español - asegurarían el equilibrio actuarial reduciendo la tasa de prestación de los pensionistas futuros, por lo que se necesitaría un ajuste gradual.
El sistema de cuentas nocionales por el que apuesta el servicio de estudios de la entidad contaría con aportaciones de empresas y trabajadores; sería de contribución definida, como en Suecia y otros países europeos; de reparto y progresivo, y su implantación sería gradual, como en Suecia, donde se tardaron 15 años.
Para BBVA Research, este sistema introduciría transparencia para los futuros pensionistas e incentivaría la demanda y oferta de trabajo y las decisiones planificadas sobre la carrera laboral. "El sistema actual es menos transparente: apenas se sabe que una cotización del 28,3% del salario no financiaría ni 3,5 meses de la futura pensión", argumenta el servicio de estudios de la entidad.
Déficit de más de 18.600 millones
Por otro lado, BBVA Research recuerda que el déficit de la Seguridad Social alcanzó en 2018 los 18.937 millones de euros y el acumulado entre 2011 y 2018 es de casi 103.000 millones de euros. "La sociedad española ha hecho un enorme esfuerzo para financiar este déficit, que equivale a más de 10.650 euros por pensionista", estima el servicio de estudios del banco, que calcula que, con las previsiones de febrero de 2019, el déficit en pensiones en 2019 excederá en un 12,6% el gasto (18.650 millones).