NUEVA YORK -- Stanley Tucci ha tenido toda una gama de experiencias durante la pandemia de coronavirus.
Ha educado a sus hijos pequeños en casa con su esposa, Felicity Blunt. Ha compartido recetas de cocteles. Ha tenido el virus. Ha trabajado en platós de cine y televisión bajo los nuevos protocolos de seguridad. Ha escrito un libro culinario de memorias (el primer borrador en cuarentena en Londres; el segundo, en su segundo confinamiento).
Y ahora protagoniza una nueva película en la que ofrece una de sus mejores actuaciones.
En “Supernova”, Tucci interpreta a Tusker, un novelista con principios de demencia. Aún es él, pero está empezando a desvanecerse. Él y su compañero sentimental, Sam (Colin Firth), hacen un viaje por carretera en una casa rondante por el Distrito de los Lagos de Inglaterra, quizás el último. La cinta, actualmente en cartelera, estará disponible para renta digital a partir del 16 de febrero.
“Es un verdadero energizante durante la pandemia”, dijo Tucci con un humor socarrón en una entrevista reciente.
Pero en “Supernova”, el actor de 60 años y Firth — amigos de la vida real desde hace dos décadas — son una pareja tan tierna y convincente que la intimidad y compasión del filme, escrito y dirigido por Harry Macqueen, es una especie de bálsamo aun cuando resulte desgarrador.
El papel de Tusker es uno que celebrar para Tucci, quien ha exudado ingenio y sofisticación como actor en películas como “Spotlight” (“En primera plana”) y “The Hunger Games” (“Los juegos del hambre”), y como cineasta, con “Big Night” (“La gran noche”) o “Joe Gould’s Secret” (“El secreto de un poeta”). En una videoconferencia desde Londres, Tucci indicó que festejaría el estreno en un Zoom con Firth bebiendo negronis.
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AP: Como autor de numerosos libros de cocina, ¿están entrelazadas su pasión por la actuación y su pasión por la comida?
TUCCI: Sólo están entrelazadas, supongo, en “Big Night” (“La gran noche”) o “Julie & Julia”. Pero aparte de eso, no. Actúo para comer. La única manera que puedo permitirme comer es actuando. (Risas). Si me ofrecen un trabajo, lo primero que pienso es: OK, ¿dónde es el rodaje? Lo segundo es: ¿Cuánto me van a pagar? Y si la filmación es en otro lugar, instantáneamente pienso en la comida allí. Sé que si es en Toronto estará bien. No quiero ir demasiado lejos, pero sé que tienen comida maravillosa. ¿Vancouver? Muy bien. Si alguien me dice Bulgaria, probablemente pregunte: “¿Cuánto tiempo durará el rodaje?”
AP: ¿Cocina a veces para sus compañeros de reparto?
TUCCI: Por supuesto. Cociné para Colin cuando hicimos “Supernova”. Hemos sido amigos por largo tiempo, así que cada uno ha estado en la cocina del otro. Su esposa es una cocinera maravillosa. Me encanta hacerlo. Me encanta comer lo que me gusta comer. No me gusta salir por una hamburguesa en algún lugar en el medio de la nada. Prefiero tomarme el tiempo y hacer el esfuerzo de prepararme algo bueno.
AP: Usted es un actor de mucha precisión. Me parece que eso puede ser similar a la cocina.
TUCCI: No si me ves cocinar a mí. Mi esposa me pregunta: “¿Cuánto de eso le pusiste?”. ¡No sé!
AP: Si elige sus proyectos en parte por las circunstancias, pasear por el Distrito de los Lagos con un amigo suena como una buena opción.
TUCCI: Fue realmente lindo. Era difícil salir y conseguir comida, para ser honesto. Así que cocinar fue una necesidad, además de que me gusta hacerlo. Pero fue una gran experiencia. Nunca había estado en el Distrito de los Lagos. Mucha gente me había hablado al respecto, pero fue aún más hermoso de lo que describieron. Trabajar con uno de tus mejores amigos y trabajar con este director increíblemente talentoso, con un guion hermoso sobre una historia importante, no es algo que ocurra a menudo. Nadie se está haciendo rico con esto, pero ese no es el punto.
AP: “Supernova” es sobre una pareja que navega junta una enfermedad terminal. Su primera esposa, Kathryn Spath-Tucci, con quien tuvo varios hijos, murió en 2009 de cáncer de mama. ¿Pensó en las conversaciones que tuvieron cerca del final mientras rodaba la película?
TUCCI: Algo como eso simplemente se vuelve parte de lo eres. Ni siquiera tienes que pensarlo; está ahí. Y no quieres realmente pensar en eso, pero está ahí, siempre está ahí. Está ahí en tus sueños. Una vez que envejeces, aun si no has vivido lo que yo he vivido, tienes conocimiento de ello porque has perdido a otras personas, sean tus padres o abuelos o amigos. Yo he perdido a bastantes amigos en los últimos años. Difícilmente soy viejo. Estoy más viejo, pero no soy viejo todavía, no lo creo. Pero sí, con Kate, eso siempre está dentro de mí. Es algo muy extraño. No es que uno viva afligido, es que es parte de uno. Simplemente uno desearía haber podido hacer algo más para ayudar. Tienes culpa, sin duda. Tienes culpa porque tú estás siguiendo adelante con tu vida, estás viendo a tus hijos crecer, con suerte verás nietos, y ella no tendrá la oportunidad. Tu cerebro incluso comienza a confundirse a veces porque piensas, “Oh, a ella le encantaría ver a mis hijos pequeños”, lo cual no tendría sentido. Porque uno los ama tanto y yo la amo tanto a ella. En realidad, sólo se trata de amor.
AP: En un principio, usted iba a hacer de Sam y Firth de Tusker. ¿Cómo cambiaron los roles?
TUCCI: Yo me sentía más cómodo interpretando a Tusker. Sencillamente me parecía más adecuado, y también a Colin y a Harry, obviamente. Colin lo había planteado. Dijo: “Imagina que cambiáramos papeles”. Le dije que yo había pensado lo mismo. No sé por qué, cada vez que lo leía pensaba que algo no cuajaba. Simplemente tenía más sentido, a nivel rítmico.
AP: ¿Había hecho eso alguna vez?
TUCCI: No, nunca. Es parte de trabajar con amigos. Cuando trabajas con un amigo, uno confía en el otro y confía lo suficiente como para decir: “Intercambiemos papeles”. Nadie hubiera hecho eso. Uno no llega a un set y dice: “Epa, tengo una idea”. ¿Te imaginas a los agentes y productores y todos los demás poniéndose como locos?
AP: ¿Siente que se ha vuelto mejor actor con los años?
TUCCI: Sí, siento que he mejorado. Esa es la meta, seguir mejorando. Hoy en día estoy más relajado porque tengo mucho tiempo haciendo esto. Es mucho técnica y darse cuenta, cuánto más uno lo hace, de lo menos que tiene que hacer. Muchas veces no necesitas gastar la energía que pensabas que necesitabas cuando eras joven. Además, estás más viejo, así que no puedes. (Risas). Lo único a estas alturas es que odio esperar, no lo soporto. Sencillamente lo odio. La vida es demasiado corta. Uno pasa mucho tiempo en el set de una película simplemente esperando. Como director, trato de acelerar las cosas. No me gustan los días largos. No me gustan las horas del almuerzo. Vamos, lo hacemos, te vas a casa y te tomas un martini y una rica cena.
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Jake Coyle está en Twitter como http://twitter.com/jakecoyleAP.