Cuando en la madrugada del pasado jueves 11 el Reino Unido y la UE acordaron darse seis meses más para negociar un Brexit ordenado, el sector turístico español suspiró aliviado. El primer mercado del turismo español seguiría en su sitio al menos una temporada alta más. “Preocupa la tendencia de Alemania”, enfrió José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, en la presentación del informe sobre el primer trimestre y las perspectivas del segundo de este lobby que agrupa a una treintena de grandes empresas del sector. Ya en 2018 una ola de calor en el centro de Europa y la vuelta al mercado de destinos playeros en el Mediterráneo oriental lastraron el destino España entre los alemanes. En el arranque de este año, la afluencia remonta en general, pero cae en la costa canaria, la única abierta, y los que vienen se quedan menos tiempo. El sector prevé que la tendencia siga este verano.
Según las cifras oficiales, 11,4 millones de alemanes viajaron a España el año pasado, un 4% menos que el año anterior, y gastaron en sus viajes 12.002 millones, un 1,9% menos. Gastaron más cada día, pero sus estancias fueron sensiblemente más cortas, tendencia que se acentúa en el arranque de 2019. Este recorte de la estancia se deja notar en las pernoctaciones, un indicador de demanda más afinado que las llegadas, para Exceltur. Pese a ser más, en enero y febrero, los alemanes han pasado un 8,8% menos de noches de hotel que en el mismo periodo del año pasado (un 5,1% menos de pernoctaciones contando campings, albergues y turismo rural). Compensa que el gasto total y medio por turista y día siguen aumentando.
Si ponemos la lupa en la arena de la playa, la caída se acentúa. En los dos primeros meses del año, si bien se han acercado a Baleares un 30% más de alemanes que en los mismos meses de 2018, sus pernoctaciones en las islas han caído un 12,6%. En Canarias, que vive su temporada alta en los primeros meses del año —representa el 50% del sol y playa español en el primer trimestre—, la caída es del 10,3% en las pernoctaciones, con un 5,5% menos de turistas alemanes.
NÚMERO DE TURISTAS EN 2018
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). EL PAÍS
Las perspectivas de los empresarios hoteleros canarios van a la baja, según los datos del Instituto Canario de Estadística. En la pasada ITB, la feria de turismo más importante del mundo, que se celebra cada marzo en Berlín, la presidenta de la Federación de Empresarios Hoteleros de Mallorca, María Frontera, cifró la caída de reservas alemanas para el verano entre un 12 y un 17% respecto al año pasado. Fuentes de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca precisan que es una cifra muy provisional que va cambiando, aunque admiten que el verano viene “con dificultad, un poco más bajo”, lo mismo que opina Carlos Garrido, vicepresidente de la Confederación Española de Agencias de Viaje. Los alemanes representan un tercio de los 13,8 millones de extranjeros que visitan Baleares a lo largo del año.
“Cuando Egipto y Turquía empezaron a tener problemas, España ganó muchos turistas alemanes. Ahora esto se está reajustando, de forma desigual, más en unos destinos [playa] que en otros”, afirma Arturo Ortiz, director de la oficina de Turismo de España en Alemania. En esta guerra, “España pierde el segmento bajo, el que busca precio”, señala. “Por precio no podemos competir con esos países”, ratifica Zoreda, de Exceltur. “Muchos alemanes se quejan de que la oferta complementaria una vez que llegan al destino (la restauración, el alquiler de vehículos, el ocio) es muy cara”, explica Ulrike Bohnet, directora de la oficina de Turismo de Alemania en España. Fuentes de TUI, el mayor turoperador alemán y del mundo, confirman que "la competencia se ha incrementado con otros destinos que tienen precios más bajos", como Egipto o Turquía, por lo que "la demanda de vacaciones en España está actualmente un poco por debajo de la del año pasado".
GASTO TOTAL DE LOS TURISTAS
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). EL PAÍS
Ortiz señala que los turoperadores alemanes presionan a la baja los destinos españoles ante la competencia resurgida del Mediterráneo oriental. Aún así, los números no terminan de salir este año. TUI registró en su primer trimestre de este ejercicio, terminado el 31 de diciembre, unas pérdidas de 139 millones de euros, un 27% más abultadas que un año antes. Sus ingresos crecieron un 4%, pero sus márgenes se vinieron abajo por el “cambio en la demanda desde el Mediterráneo occidental (España) al oriental (Turquía), que resultó en exceso de capacidad en España, particularmente en Canarias”. Por un lado los destinos orientales son más baratos y, por otro, tener vacantes en España significa bajar los precios para colocarlas.
El precio se está convirtiendo, a juicio de Zoreda, en un factor clave para el alemán, también por “la ralentización de su economía, que induce a un menor consumo”. Bohnet admite que el alemán es previsor y que “próximamente” podrían aparecer signos de contención, también en parte por una situación de inestabilidad económica global, pero aún no lo ve. Ortiz es de la misma opinión: “No hemos llegado a ese punto aún”, y añade que la “intensidad viajera del alemán” aún aumenta.
Y aunque quisieran viajar más a España, que pese a todo sigue siendo el destino número uno para los alemanes, según la encuesta que elabora TUI periódicamente, los problemas de conectividad aérea también están afectando. A la quiebra de Air Berlin a finales de 2017 se ha unido recientemente la de la aerolínea Germania, que el año pasado trajo a Baleares más de medio millón de alemanes. Hace unos días, Aena informaba de que, en la programación de las compañías aéreas para la temporada de verano, las plazas previstas desde Alemania se habían reducido un 2,8%, hasta los 23,5 millones de asientos. “Faltan vuelos a destinos de costa españoles desde Alemania”, lamenta Zoreda.
Ortiz opina que el descenso de la conectividad tiene que ver en su mayor parte con la debilidad de la demanda, pero también con los problemas de los propios turoperadores. “Las aerolíneas quebradas dependían de que los turoperadores les llenaran los aviones”, explica, y ahora este sector camina a la baja, ante un nuevo turista que prefiere contratar sus viajes directamente, cada vez más online, y no agenciarse un paquete todo incluido.
"La competencia de España el año pasado fue... Alemania", afirma Ulrike Bohnet, directora de la Oficina de Turismo de Alemania en España. Se refiere a la ola de calor que el año pasado afectó al centro de Europa y que hizo que muchos turistas prefiriesen tostarse al sol germano que al mallorquín o que retrasasen su viaje hasta el último momento, rebañando descuentos a los turoperadores. "Hizo muy bueno en Alemania desde marzo hasta octubre", recuerda Bohnet, y "el producto de sol y playa español [representa entre el 65 y el 70% de la actividad turística] se vio afectado".
Y la expectativa, dice, no varía. Menciona Bohnet un estudio climático publicado recientemente que señala que fenómenos como el del año pasado se repetirán en Europa central los próximos seis años. "Ahora mismo, estos días, hace más calorcito en Alemania que en Madrid", añade.