Cuando el 11 de marzo Zinedine Zidane regresó al banquillo del Real Madrid, Keylor Navas pensó que había escapado por cuarta vez a un movimiento que lo sentenciaba a la suplencia o a cambiar de aires. El técnico francés habló enseguida con él, desplazado por Courtois en la época de Solari, y le dijo que contaba “al 100% con él”, según fuentes del entorno del costarricense. Cinco días después, cuando el Celta visitó el Bernabéu, Navas regresaba al once y Courtois miraba desde el banquillo. Pero la amenaza no se había evaporado. Menos dos meses después, en una segunda conversación, adelantada este lunes por Jugones y confirmada por EL PAÍS, Zidane le explicó el viernes pasado por la tarde que la temporada que viene la mayoría de los minutos serán para el belga.
En las oficinas del club, entienden que el futuro de la portería pasa por Thibaut Courtois, que cumplió 27 años el sábado, y por el que pagó al Chelsea 35 millones de euros el verano pasado después que fuera elegido mejor guardameta del Mundial de Rusia. Además, según los planes de la directiva, la titularidad del belga debería estar escoltada por un secundario como el ucranio de 20 años Andriy Lunin, contratado también el verano pasado, y cedido esta temporada en el Leganés. Con este diseño decidido, el alto mando del Real Madrid cree que lo más oportuno para Navas, que cumplirá 33 años en diciembre, sería tratar de firmar un último gran contrato lejos del club blanco, con el que tiene un acuerdo en vigor que vencía en 2020 y se amplió este enero, en plena época de ostracismo, hasta junio de 2021.
Ese acuerdo vigente ha determinado los términos en los que se le ha planteado la situación a Navas y también condiciona las opciones de futuro del portero. Según fuentes de la dirigencia blanca, en la ronda de conversaciones que Zidane está manteniendo con los jugadores, “no se le dice a nadie que no se cuenta con él”, sino que se le hace ver.
A alguno, como a Dani Ceballos, le ha recordado que juega poco, le ha anticipado que eso no va a cambiar y le ha explicado que, a su edad, 22 años, lo que debería hacer es jugar más. Con otros, como con Bale, no ha usado el argumento de la edad, pero sí el de sus repetidas ausencias de la lista de convocados. “Está muy claro lo que he hecho este fin de semana”, dijo el domingo después del partido con la Real Sociedad en el que el galés no estuvo ni en el banquillo.
El actual contrato de Navas, al que según fuentes cercanas no se plantea renunciar, resulta determinante en un hipotético traslado. Pese a la conversación con Zidane, su plan sigue siendo quedarse. Su sueldo de cinco millones netos reduce el abanico de equipos que podrían acomodar al guardameta de las tres Champions seguidas del Madrid.
La sombra de De Gea
Aunque el principal aumento en su salario no procede de un palmarés en el que su figura ha sido central, sino de la primera vez en la que se vio fuera y se terminó librando. Fue el 31 de agosto de 2015, último día del mercado veraniego, cuando se encontró en el aeropuerto de Barajas aguardando a que un vuelo privado lo llevara a Mánchester en un intercambio con David de Gea. En los últimos minutos del día, la operación ser torció, y Navas, aún con el susto en el cuerpo, vio duplicado su sueldo.
Esa temporada que empezó con Benítez, la terminó con Zidane levantando su primera Champions en Milán. El francés exigió mantener el bloque de jugadores para el curso siguiente, y ahí salvó Navas su siguiente vida. Según fuentes conocedoras de la operación, la renovación de De Gea con el United incluía una cláusula que permitía su venta al Madrid. Pero Zidane bloqueó la operación. Como también frenó en enero de 2018 la contratación de Kepa Arrizabalaga, que tenía muy avanzada el club.
En mayo, después de ganar la tercera Copa de Europa, el que dejó el Madrid fue Zidane y al final del verano el club incorporó a Courtois. Navas, que llegó al Bernabéu en 2014 como secundario, entonces de Casillas, siempre mantuvo esa condición a ojos de parte de la cúpula blanca. Primero Lopetegui y luego Solari fueron ejecutando la transición al futuro en la portería, que ahora Zidane también ha asumido que es de Courtois, titular en los tres últimos partidos. La tensa alternancia bajo el mandato del francés se ha visto acompañada de sucesivas molestias musculares de ambos, el último Keylor, que no estuvo en el partido contra la Real Sociedad.
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