"); } "); } else document.write("
");
El delantero acapara los focos en el estreno ante su nueva afición y se enfrenta a la catarata emocional por su pasado como jugador del Real Madrid Morata, durante el Betis-Atlético de Madrid, partido en el que debutó como juhgador rojiblanco. Aitor Alcalde Getty Images
Al fútbol, que siempre fue tan receloso con la psicología como herramienta de mejora del jugador, han llegado manuales y teorías que describen las cualidades mentales del delantero centro ideal. Los estudios realizados inciden en conceptos que los goleadores deben registrar entre sus virtudes, como el liderazgo, por la trascendencia de la función que realizan. También requieren de lo que los expertos denominan "autonomía emocional": el caparazón mental que necesitan crear para protegerse ante el error en el remate o circunstancias del juego que les resten concentración. No hay posiciones más psicológicas en el fútbol que las del portero y el delantero. El derbi de este sábado (16.15, beINLaLiga) ha expuesto a Álvaro Morata a una traca emocional. El nuevo delantero del Atlético se enfrenta al recibimiento que le pueda dar su nueva hinchada por su pasado madridista y a la necesidad de sesgar las dudas con una actuación convincente. En el propio Atlético señalan lo importante que sería que cuajara un partido imponente que le ayude a integrarse en el equipo y con la afición.
La cita del Metropolitano medirá las condiciones de Morata para competir bajo la sobrepresión generada por todos los focos que apuntan a su figura. Algunos episodios de su paso por el Chelsea le han granjeado la fama de ser un jugador de mentalidad frágil. En sus dos etapas en el Madrid respondió a las exigencias que se le demandaban saliendo desde el banquillo. En la Juventus, sin ser titular indiscutible, también dejó rastros de ser un delantero de equipo grande.
“Álvaro tiene condiciones muy importantes", rememora Alberto Toril, el entrenador más importante de sus años formativos, que le dirigió media temporada en el juvenil del Real Madrid y otras tres en el Castilla. "Tal vez le falte ese poso y ese carácter de sentirse el primer espada y asumir toda la responsabilidad en el equipo. Le falta dar ese pasito. Hasta ahora cuando ha tenido un rol secundario ha jugado mejor. Cuando le conocí era un chico un poco inmaduro y no tenía un carácter muy fuerte”.
“No creo que Álvaro sea un jugador débil en el aspecto psicológico", dice José Mari Amorrortu, que era el director de la cantera rojiblanca cuando Morata decidió marcharse al Getafe. "Un chico que con 15 años dice que se marcha del Atlético porque quiere jugar y considera que debe hacerlo más está mostrando personalidad para elegir su camino. Recuerdo que vino a verme. Por entonces, Borja Bastón era el delantero del momento en la cantera del club y era el que jugaba”.
Tras su marcha del Atlético, los técnicos de la cantera rojiblanca, que estaban convencidos de su potencial, siguieron de cerca su evolución en el Getafe. Quisieron recuperarle, incluso se reunieron con él en las oficinas del Vicente Calderón. Finalmente, recaló en el juvenil del Real Madrid.
El consenso generalizado apunta a que las condiciones futbolísticas de Morata son las idóneas para convertirse en uno de los delanteros más determinantes del fútbol europeo. “En Europa”, advierte Toril, “no hay un delantero centro con sus condiciones. Los habrá con más rendimiento pero no con más cualidades técnicas. Es potente, es rápido, tiene buen juego de espaldas, es hábil para combinar, se desmarca bien al espacio, se maneja bien en espacios reducidos, tiene buen remate de cabeza… Tiene todo lo que necesita un punta”.
“Solo tiene que asumir las responsabilidades", advierte Toril. "Debe intentar ser mucho más goleador de lo que ya es. No se puede quedar en 10-15 goles, él tiene potencial para meter más de 30”.
En el vestuario del Atlético hablan de “un buen jugador”. Simeone también desliza su satisfacción por poder contar con él. El técnico rojiblanco piensa que sus características se ajustan a lo que buscaba y que en el derbi puede que se vea al futbolista al que perseguía desde hace tiempo. Desde la dirigencia del Atlético contemplan su llegada como un refuerzo que no solo satisface las demandas del técnico. También lo consideran como un contemporizador de la recuperación de Diego Costa para que no fuerce en su regreso antes de tiempo.
Buena elección
“El Cholo ha insistido en su fichaje porque a Morata le viene como anillo al dedo jugar con muchos metros hacia la portería contraria", observa Toril. "Ahí él se mueve muy bien. Es muy potente y cuando coge velocidad es muy difícil de parar. Él ha elegido muy bien con el Atlético. El sistema de juego, el carácter del entrenador, es perfecto para que evolucione”.
En los partidillos organizados por Simeone durante la semana previa al derbi, Morata se ha encontrado con el mismo problema que ya vivió en su estreno con el Betis. A sus compañeros les cuesta encontrarle. Es una cuestión de automatismos. Morata debe engranar con el eje central del juego del Atlético, que parte de Rodrigo hacia Griezmann y se diversifica en Correa o Lemar. “Creo que va a encajar bien porque se puede complementar bien con Griezmann e incluso con Costa. Si Costa juega como referencia, él puede arrancar desde la izquierda. En el Castilla empezó a jugar en una banda y en el Madrid lo siguió haciendo bien. Eso te da muchas variantes para modificar el dibujo”, explica Toril.
Los primeros días de Morata en el Atlético también han delatado que su integración dependerá de su condición física. En el Benito Villamarín el chivato denunció que necesita afilarse. Llegó muy justo de energía a definir ante Pau tras una conducción larga. Tampoco repitió esfuerzos, señal inequívoca de que un jugador no está en su punto de forma ideal. El derbi también le medirá en este aspecto. Pero sobre todo medirá su entereza mental.