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El avance de los socios de la moneda única se redujo en el segundo trimestre al 0,2%, la mitad que en el arranque del año Vista general del puerto Bahía de Algeciras. Alfredo Cáliz
La economía de la zona euro puso fin al respiro que se concedió en el primer trimestre del año, cuando el fuerte avance de la actividad se impuso a las previsiones más agoreras. Pero en cuestión de tres meses, los socios de la moneda única han entrado de nuevo en esa fase de desaceleración que advertían las previsiones de todos los organismos internacionales. Los Diecinueve redujeron su ritmo de crecimiento trimestral a la mitad: del 0,4% al 0,2%, según el primer avance de la oficina estadística Eurostat.
Según lo previsto, Europa vuelve al terreno del crecimiento frágil con un débil aumento de precios, puesto que la inflación volvió a bajar y se situó en el 1,1%. El empuje del primer trimestre sorprendió a la mayoría de los analistas, pero Bruselas ha ido manteniendo unas previsiones prudentes en las que apenas mejoró las perspectivas para España. Ese contexto, con una amenaza de un Brexit salvaje que empieza ya a hacer mella en los mercados financieros, allanan el terreno para que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, use nueva munición antes de dar el relevo a Christine Lagarde el próximo 1 de noviembre.
Las estimaciones de Eurostat todavía no desgranan el crecimiento por países. Los datos que han empezado a dar a conocer los Diecinueve apuntan, sin embargo, a que España sigue siendo el país que más altura mantiene en ese aterrizaje, con un crecimiento del 0,5% (dos décimas menos que en el primer trimestre). También Francia redujo su expansión del 0,3% al 0,2%, mientras que Suecia registró tasas negativas.
Los mercados esperan, sin embargo, conocer el comportamiento de Alemania e Italia, que podrían estar de nuevo detrás de esa atonía. La economía germana sigue siendo uno de los países más afectados por las guerras comerciales, mientras que Italia ha escapado por los pelos en dos ocasiones de un procedimiento infractor al no controlar su abultada deuda pública.
La buena noticia llega del mercado laboral. La zona euro ha logrado la fórmula para seguir creando empleo en un entorno de incertidumbre y bajo crecimiento. La tasa de desempleo volvió a descender en junio hasta el 7,5%, una décima menos que el mes anterior. Grecia (17,6%), España (14%), Italia (9,7%) y Francia (8,7%) están por encima de la media. En el otro extremo, varios estados tienen ya pleno empleo, como Alemania (3,1%) u Holanda (3,4%).