En la vida se pueden trazar muchos mapas. Y los mapas pueden servir para guiarse o para perderse. O incluso para inventarse un mundo ideal, dibujado según el deseo de quien lo traza. En El cartógrafo, recién estrenada en la sala Cunill Cabanellas del San Martín, se despliegan cientos de mapas y todos buscan lo mismo: el encuentro entre seres queridos. El texto del español Juan Mayorga, uno de los dramaturgos más prestigiosos del momento, se concentra en el gueto de Varsovia y la posibilidad de que, desde sus entrañas, alguien tuviera el impulso de imaginar un espacio vital y luminoso en medio de la oscuridad, el horror y la muerte.
El cartógrafo. La obra que va en el San Martín tiene dirección de Laura Yusem. Foto: prensa
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La puesta que dirige Laura Yusem es de una belleza sutil, con un escenario ampliado hacia los márgenes cual mapa que contiene a artistas y público. Luces y sombras jugando a destacar rincones y detalles como los puntos rojos que en un plano ilustran un espacio al cual prestarle atención.
Elena Roger es una mujer obsesionada con descifrar el mapa del gueto, como si su interés pudiera rescatar a alguien ya condenado por la historia. El pasado y el presente se suceden como fotografías que van armando el recorrido de varias vidas. El physique du rol de la actriz es ideal para esta mujer que vive el presente, pero traccionada hacia ese pasado como si fuera un señal mística.
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Lo que sucedió por dentro de esa frontera trazada en la capital polaca por los nazis entre 1940 y 1943, en la que 400 mil personas fueron confinadas a la enfermedad, el hambre y el hacinamiento en espera de una muerte atroz en un campo de concentración, ya es parte del oprobio de la Humanidad. Pero en la obra de Mayorga, un mínimo rayo de sol descubre la capacidad de resiliencia humana. En la desesperante vida cotidiana del gueto, un cartógrafo fascinado con su labor lucha contra el olvido y traza un mapa de ese lugar con la intención de que futuras generaciones puedan seguir sus huellas y reconocer el horror.
En esos escasos kilómetros cuadrados que delimitaban trágicamente el destino de tantos, también latía una vida esperanzada en volver a la normalidad, en recuperar aquello que hace de alguien algo más que un superviviente. Mario Alarcón interpreta a ese cartógrafo confinado en el gueto, con una solidez abrumadora. Su personaje transita, a la vez, el espanto y la esperanza; encarna por igual la inminencia de la muerte y la posibilidad de algo mejor.
Jazmín Diz y Mario Alarcón, en una escena de "El cartórgafo". Foto: prensa
El resto del elenco, Gustavo Pardi, Ana Yovino, Jazmín Diz y Luis Campos termina de armar el rompecabezas con eficacia, uniendo las líneas de punto entre los personajes, los tiempos y lugares. La descripción de los mapas y todas sus posibilidades es un viaje imaginario por la historia, la geografía y las pasiones de quienes en otros lugares y tiempos delinearon ciudades reales o ficticias
La obra plantea también el peso de la memoria, cómo los recuerdos llegan hasta el presente, condicionándolo inexorablemente aún para quienes lo niegan. Como una telaraña de las que nadie se puede despegar.
Crítica: Muy buena
El cartógrafo De: Juan Mayorga Dirección: Laura Yusem. Con: Elena Roger y elenco.Teatro: San Martín, Av. Corrientes 1530. De miércoles a domingo.
