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Un informe de la CNMC que analiza los pliegos para las licitaciones de estos viajes pide trocear los paquetes para que concurran más empresas Imagen de la playa de la Malvarrosa, en Valencia, el pasado 26 de marzo. MÒNICA TORRES
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha emitido un informe en el que pide al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que revise el diseño de los concursos de adjudicación de los viajes del IMSERSO para jubilados y que, en las ofertas de las empresas interesadas en realizarlos, valore más el criterio del precio que el de la calidad de la oferta. Igualmente, pide revisar los umbrales de solvencia económica y profesional para que más empresas concurran a los concursos y haya más competencia.
Los viajes del IMSERSO se ofertan a los jubilados para “fomentar el envejecimiento activo” y para mantener la actividad turística fuera de temporada, “reduciendo la estacionalidad y, con ello, generando empleo y actividad económica”. Sin embargo, la adjudicación de la organización de estos viajes, que se realiza de forma anual o bianual, ha sido polémica en varias ocasiones por la escasa competencia. Recuerda la CNMC que ya sancionó en 2000 y 2016 a cuatro empresas por repartirse los concursos y que en los últimos años “un operador ha resultado adjudicatario del contrato de manera sucesiva”, con “poca o nula concurrencia en los distintos procesos”.
Así, el Ministerio de Sanidad pidió por primera vez al organismo de competencia que analizara los borradores de pliegos del contrato de servicios para los viajes del IMSERSO de las temporadas 2019/20 y 2020/21. Se trata de concursos cuyo montante, dice Competencia, asciende a casi 1.200 millones de euros. La CNMC los ha analizado “desde la óptica de promoción de la competencia y regulación económica eficiente”, emitiendo una serie de recomendaciones.
Una de ellas pide textualmente, a la hora de valorar una oferta, “dotar de mayor peso a la variable precio, y reconsiderar el peso y la determinación de otros criterios relacionados con la calidad de la oferta, así como los criterios para la determinación de las ofertas anormalmente bajas”. También recomienda “revisar los umbrales de solvencia económica y financiera, así como la solvencia técnica y profesional, para promover la mayor participación de empresas en el concurso” y clarificar esos criterios profesionales.
Otras recomendaciones tienen que ver con el estudio previo y posterior evaluación de las licitaciones para diseñar los concursos de forma que “maximicen la eficiencia económica”. También se pide trocear los lotes en que se agrupan las licitaciones de forma que no sea un mismo operador el que realice todos los servicios “(comercialización, alojamiento, transporte, asistencia sanitaria, seguros y animación socio cultural)”. Pide que distintas empresas se hagan cargo de los distintos servicios, agrupados en lotes, porque agruparlos no favorece la competencia, puesto que pocas empresas pueden ofrecer tantos servicios.
En relación con los conflictos por falta de competencia de otras convocatorias, pide estar alerta en los concursos futuros, especialmente en lo que se refiere a UTEs (uniones temporales de empresas), una figura que se ha utilizado para que varios operadores se hagan con licitaciones acudiendo juntas a la convocatoria y repartiéndose después el servicio y el dinero. En este sentido, pide también afinar los cálculos de precios para elaborar los presupuestos.
El informe recuerda que los pliegos definitivos para los concursos de esta temporada y la que viene ya están publicados y no recogen estas recomendaciones, por lo que espera que las recojan los futuros concursos.