"); } "); } else document.write("
");
La compañía prescinde de los equipos que revisaban diálogos personales que recogía Siri y sólo analizará aquellos que cuenten con el consentimiento previo y expreso del usuario Un usuario de iPhone realiza una consulta a través de Siri. Julián Rojas
Hasta ahora ni Google, ni Amazon ni Apple han sido transparentes al explicar a los usuarios quienes escuchan las conversaciones que mantienen con los asistentes. Pero esto podría empezar a cambiar debido a las filtraciones al respecto producidas en los últimos meses. Apple ha suspendido el programa de escucha de conversaciones de los usuarios con Siri, según adelanta el medio especializado en tecnología TechCrunch. La compañía de Cupertino ha afirmado al mismo medio que revisará el proceso para determinar si el asistente escucha las consultas correctamente o si se activa por error y permitirá a los usuarios elegir si participar o no en este programa.
"Estamos comprometidos con proporcionar una gran experiencia con Siri al mismo tiempo que protegemos la privacidad del usuario. Mientras llevamos a cabo una revisión exhaustiva, hemos suspendido el programa global de calificación de Siri. Además, como parte de una futura actualización de software, los usuarios podrán elegir el participar en este programa", afirma Apple en un comunicado.
Apple, que lleva por bandera el derecho a la privacidad de sus clientes, tardó cerca de tres meses en reconocer a EL PAÍS que contrataba a estos transcriptores. Lo hizo la semana pasada cuando este periódico reveló que la compañía de Cupertino contaba con empleados en España que escuchan conversaciones privadas de los usuarios en varios idiomas, entre ellos el francés y el alemán. "Estos audios no se relacionan en ningún momento con los usuarios y se escuchan y analizan para mejorar lo que entiende la máquina, para entender acentos y formas diferentes de hablar”, afirmaron entonces fuentes de Apple.
La escucha de grabaciones privadas se lleva a cabo a través de una empresa subcontratada. Los revisores se encargan de analizar conversaciones privadas y peticiones que se realizan al asistente virtual de los dispositivos de Apple. Se encuentran, según relatan, con grabaciones de todo tipo: desde “búsquedas o peticiones normales a Siri a muchas barbaridades”.
Una mujer escucha archivos de sonido desde su ordenador. CLAUDIO ÁLVAREZ
Pese a que los gigantes tecnológicos insisten en que los asistentes solo se activan al pronunciar un comando, en ocasiones se activan por error. "He llegado a escuchar hasta dos veces a personas teniendo sexo. A veces, comienza la grabación por accidente y no se dan cuenta”, recordaban los ya exempleados.
Amazon y Google
El caso de Apple no es una excepción. Amazon y Google también cuentan con empleados que escuchan a diario conversaciones aleatorias con el objetivo de mejorar el sistema. Y también les ha costado admitirlo. Ambas compañías solo han reconocido realizar estas prácticas una vez publicada la información. Tras una filtración a principios de julio de un millar de grabaciones, Google paralizó estos programas y admitió que "expertos del lenguaje" contratados por la firma escuchan aproximadamente el 0,2 % de las conversaciones que los usuarios mantienen con su asistente virtual. Mientras tanto, ni Samsung ni Microsoft han explicado todavía si también lo hacen.
Varios expertos en privacidad critican la falta de transparencia y el potencial riesgo de que las compañías pudieran hacer un perfilado preciso de cada usuario. Borja Adsuara, abogado experto en derecho digital, lanzaba hace unos meses la siguiente pregunta: “¿Qué es más peligroso que una persona de vez en cuando se conecte a tu asistente y escriba la conversación o que haya una inteligencia artificial que recopile todo lo que dices y sea posible saber hasta lo que te preocupa?”. Para él, que los audios sean escuchados por personas es secundario. El gran problema “es que muchos de quienes usan los asistentes no saben que les están grabando” porque no leen las políticas de privacidad.
Jorge Campanillas, delegado de protección de datos y especialista en privacidad de Iurismatica Abogados, subraya que hay que ser consciente de que, ya sea mediante un ‘algoritmo’ o una persona, las compañías están teniendo acceso a dichas conversaciones. “Las máquinas y personas están escuchando lo que hacemos en todo momento, en este caos por los asistentes de voz, pero sin olvidarnos que lo mismo se hace con nuestro correo electrónico de servicios gratuitos, puesto que lo ‘leen’ para luego mostrarnos publicidad al respecto, o con Facebook, que también tiene una gran cantidad de personas para decidir si finalmente la plataforma publicará la fotografía que nosotros mismos hemos subido”.