"); } "); } else document.write("
");
El equipo holandés se presenta con dudas ante un Madrid en proceso de consolidación Solari da instrucciones a sus jugadores en el estadio de Amsterdam. WOLFGANG RATTAY REUTERS
La última vez que el Madrid perdió con el Ajax fue el 22 de noviembre de 1995, cuando el actual presidente del club holandés, Edwin Van der Sar, era el portero, y en Chamartín todavía soñaban con la quimera de la Séptima. Desde entonces ha cambiado casi todo. También la normativa de competición y premios de la UEFA, que ha terminado por empujar a los clubes como el Ajax a rincones marginales. En el presente siglo el Madrid ha enfrentado al Ajax en seis ocasiones con un resultado de seis victorias, 20 goles a favor y dos en contra.
Hoy, en el regreso de los octavos de final de la Champions (Movistar Liga de Campeones, 21.00 horas), el equipo que conduce De Jong se presenta como el rival más propicio para la consolidación del Real.
Nada caracteriza mejor a los equipos fiables que la continuidad en el rendimiento. El Madrid solo debe alcanzar sus estándares del último mes para gozar de una ventaja en el doble duelo que le aguarda. Considerando el pasado reciente, la tarea no es sencilla. Si hay un mérito que atribuir a Solari, es haber dotado al equipo de un orden que le permita aferrarse a un protocolo. “Aspiro a que hagamos un partido igual de serio que el que hicimos hace tres días [en el Wanda]”, dijo el técnico en la conferencia del Cruyff Arena. “El fútbol se construye día a día”.
El verano pasado, la venta de Cristiano —el más regular de los jugadores— forzó al Madrid a reconstruirse con un pelotón de notoria irregularidad. Solo Benzema —el menos individualista de los irregulares— sobrevive a la poda de Solari. Queda por determinar si ante el Ajax el técnico mantendrá su apuesta por Reguilón, Vázquez y Vinicius en detrimento de Bale y Marcelo.
Si el Madrid necesitaba un trampolín para tomar impulso, el Ajax ofrece las mejores condiciones de entre los 15 adversarios posibles. El equipo de Ten Hag presenta una saludable mezcla de veteranos como Blind y Huntelaar, con jóvenes de gran proyección como De Beek, De Jong y De Ligt. Toda gente capaz de jugar un fútbol virtuoso, atrevido y enérgico, lo mismo que de incurrir en lagunas de concentración. Son impredecibles para lo bueno y lo malo.
Vienen de sufrir dos derrotas inesperadas en la Liga holandesa, 6-2 ante el Feyenoord y 1-0 ante el minúsculo Heracles, y cunden las dudas sobre el estado físico de varios de sus mejores jugadores, caso de De Jong.