David Afkham renovará su contrato en la Orquesta Nacional de España con más implicación y más poder dentro de la misma. Lo hará a partir del uno de septiembre de este año y por dos temporadas más cuando termine su actual periodo como director principal invitado. La figura y control de este joven músico alemán (35 años) de origen parsi, se amplían mediante el nuevo compromiso a responsable titular de la orquesta y también a artístico de la orquesta y el coro.
Afkham amplía su influencia y también su presencia en Madrid. De las ocho semanas al año que estaba obligado a cumplir, pasa a 15"
Amaya de Miguel, directora general del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (Inaem), ha negociado con el músico ampliar su compromiso en diferentes términos a los actuales. Su posición sólo como director principal mermaba hasta ahora su capacidad de decisión dentro de la orquesta. Necesitaba mayor impulso y autoridad reconocida por el ministerio de Cultura para llevar a cabo con más libertad su propio proyecto.
Será algo que pueda poner en práctica a partir del próximo septiembre, cuando entre en vigor el contrato que acaba de negociar esta semana. Amaya de Miguel se lo ha comunicado este jueves a la orquesta y ahora tiene manos libres para hacer y deshacer a su criterio.
La actual directora ha considerado prioridad el futuro de la ONE. Desde la marcha de Josep Pons en 2011, el ambiente se había ido deteriorando entre luchas internas y desacuerdos permanentes con Félix Alcaraz, que ha ejercido como responsable técnico y artístico de la institución hasta esta fecha.
Afkham amplía su influencia y también su presencia en Madrid. De las ocho semanas al año que estaba obligado a cumplir, pasa a 15. Así podrá desarrollar un trabajo mucho más concienzudo y profundo junto a los músicos. También planear más giras internacionales y presencia en escenarios de España, algo que en los últimos tiempos se había convertido en una excepción, a pesar de ser una orquesta pagada con el dinero de todos los contribuyentes.
El músico tendrá que recomponer puentes rotos en los últimos años. A la paz y puesta a punto de Pons en la década anterior, le han sucedido demasiadas turbulencias. Si bien Afkham había sido elegido por él para sustituirlo al frente de la orquesta, el relevo se retrasó y su compromiso fue firmado en 2014, cuando gobernaba el PP y Miguel Ángel Recio dirigía en Inaem, con pocas atribuciones. Los músicos y el público lo recibieron con entusiasmo y bajo su batuta mostraban mucha motivación. Pero esa relación se ha ido deteriorando y Afkahm, para restituirla, necesita más confianza del ministerio.
Muchos le achacan una gran capacidad como músico pero carácter débil a la hora de imponer su autoridad. Las decisiones más duras y trascendentales han caído en manos de Félix Alcaraz, que finalmente se ha enfrentado a una guerra casi total entre él y los músicos en la que Afkham se encontraba en una posición incómoda. La sustitución de puestos de responsabilidad en diferentes secciones ha contado con la oposición de varios cuerpos de la orquesta y ha ocasionado bajas y salidas desairadas. Los nuevos responsables del ministerio han retirado la confianza a Alcaraz –que está de baja y no renovará su cargo, como así se lo han comunicado– para darle todo el poder al alemán.
Este se verá apoyado por un nuevo director técnico, aún por determinar. El nombramiento se realizará en dos meses y ya está abierto al plazo para presentar proyectos que serán valorados por el criterio del código de buenas prácticas. Pero en el Inaem buscan un perfil de experto y alto funcionario en la administración del Estado y no de músico para, entre otras cosas, poner en marcha un nuevo reglamento. Con el actual, la flexibilidad y la competitividad de la orquesta dañan sus posibilidades y su futuro. Para De Miguel, la reforma es una cuestión primordial. Y en ese rumbo, David Afkham se ha colocado como el eje fundamental cara al porvenir de la ONE.