Adabel Guerrero conmovió a todos en el estudio de "Confrontados" (El Nueve) cuando habló del reciente reencuentro con su padre, Eduardo, a quien no veía desde la edad de 3 años.
Cuando Adabel Guerrero, que ahora tiene 40 años, tenía 3, su familia fue a probar suerte a los Estados Unidos. Al poco tiempo, como no obtuvieron la residencia, su madre volvió a la Argentina con ella y sus hermanos mientras que su papá se quedó en el país del norte.
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Desde entonces, la bailarina y su padre no habían vuelto a verse. Pero en este mes de abril, él viajó a la Argentina para reencontrarse con su hija y conocer a su nieta Lola, que cumplió un año. En "Confrontados", Adabel declaró: "El reencuentro me sanó el corazón".
"Fue hermoso -describió-. Durante muchos años me sentí con muchos reclamos, porque me abandonó. Y si bien hay cuestiones que son ciertas, esta vez las cosas se hablaron en otro tono. Yo quería saber por qué mis viejos se habían separado, porque siempre escuché la campana de mi mamá (que falleció)".
Decidida a hablar a corazón abierto, Adabel Guerrero detalló cómo fue el proceso que terminó con el reencuentro entre ella y su papá. Lo contó así: "A mí me dio mucha pena que mi papá no nos pudiera disfrutar a nosotros, sus hijos, porque él vivió siempre en Estados Unidos. Y cuando me convertí en mamá escribí eso en Instagram. Yo le pedía disculpas por si lo maltraté o destraté, escuchando la campana de mi mamá, y él me mandó un mail con su teléfono para que lo llamara".
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Imagen de archivo. Adabel Guerrero y su hijita Lola.
Dicho eso, Adabel siguió exponiendo: "Pero no lo hice en el momento porque me dio bronca, pensé '¿por qué no lo hizo antes, cuando yo quedé embarazada o cuando nació Lola?'. Pero ahora tenía la necesidad de contar con mi papá, de contar con un abuelo para mi hija. Entonces, lo llamé y le dije '¿querés conocer a Lola?'. 'Es lo que más quiero en el mundo', me dijo. 'Venite', le dije. Y cuando vino le abrí la puerta como si nada hubiera pasado. 'Hola viejo, esta es tu nieta. Agarrala, querela'”,
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Imagen de archivo. La bella Lola, con su mamá, Adabel Guerrero.